El anuncio del gravamen a la banca con el que el ejecutivo planea recaudar 3.000 M€ en dos años hace caer la capitalización de los bancos ~5.000 M€ en un día

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Mari Pinardo | El Ejecutivo anuncia un gravamen extraordinario y temporal al sector bancario con el que estima recaudar hasta 3.000 millones de euros entre 2023 y 2024. Aún se desconocen los detalles más importantes del plan como la figura impositiva a aplicar ¿impuesto sobre beneficios? ¿tasa sobre los depósitos?, el hecho imponible y la forma de cálculo, de ahí la incertidumbre generada y las bruscas caídas del martes: Caixabank (2,70 euros; -8,63%), Unicaja (0,77 euros; -7,6%), Sabadell (0,61 euros; -7,4%), Bankinter (4,84 euros; -5,0%), BBVA (2,70 euros -3,7%) y Santander (2,46 euros; -3,6%).

El equipo de análisis de Bankinter señala en su informe diario que la reacción del mercado deja claro que es una mala noticia para el sector, «es una medida controvertida que resta atractivo al sector –reduce la capacidad de generar capital en un momento macro incierto y la remuneración para los accionistas–».

Además, apuntan que es importante tener en cuenta estos detalles: (1) el coste en términos de valoración para los accionistas (~5.000 millones de euros de caída en la capitalización bursátil en un solo día) supera ampliamente la recaudación estimada por el Ejecutivo (3.000 millones de euros en 2 años), (2) la Comisión Europea (CE) exige que cualquier tipo de gravamen debe ser claramente justificado y temporal y (3) el repunte esperado en los tipos de interés no debe considerarse como un hecho extraordinario, sino como un proceso de normalización gradual en las condiciones financieras. Cabe recordar que los tipos de interés de referencia que marca el BCE se encuentran en terreno negativo desde 2014.

Por su parte, analistas de Renta 4 consideran que, de salir adelante, implicará una menor rentabilidad del sector y por tanto menor generación de capital, en un entorno de incertidumbre sobre la dirección del coste de riesgo en los próximos trimestres ante el riesgo de recesión. Además, dudan de su viabilidad: «habrá que ver si finalmente sale adelante este impuesto (podría ser tumbado en los tribunales), dado que resulta imposible calcular el beneficio extra derivado de la subida del Euribor, y probablemente habría que aplicar un impuesto que vaya en forma de impuesto de sociedades o un tributo sobro los depósitos».

Las mismas dudas sobre el procedimiento plantea el equipo de analistas de Morgan Stanley. «No sabemos todavía si se trata de subcargo en el impuesto de sociedades o tasa a los depósitos, pero tendría sentido que entrara en vigor cara a 2023/2024 coincidiendo con el repunte de rentabilidad de los bancos derivadas de las subidas de tipos».

A pesar de tratarse de un impuesto solo a dos años, desde Morgan Stanley calculan que si quitan 1.5bn de euros al año de su estimación de beneficios, implicaría un 8-13% de impacto en EPS en 2023/2024 (3-4% en el caso de Banco Santander y BBVA asumiendo que el impuesto especial solo afecta a sus negocios domésticos) y un menor múltiplo pagable por el mercado.

Añaden que con la corrección del martes, el efecto estaría ya todo en precio aunque la creciente incertidumbre podría pesar todavía un poco más sobre el coste de capital del sector. «Si asumiéramos que el coste viene como un impuesto a los depósitos, mi analista estima estaría por debajo del 0.10% de los depósitos vivos en el sistema y tendría un impacto inicial estimado del 6% de los beneficios agregados, del 13% del beneficio total de los bancos domésticos y del  3.5-4.6% en el caso de Santander y BBVA«.

En la línea de Renta 4, que considera también que este impuesto imprime más presión a los valores financieros que en las últimas semanas han acumulado caídas ante el miedo a una recesión y la posibilidad de que en última instancia el BCE no suba los tipos tanto como se espera a lo que se añadiría el más que probable aumento de provisiones en un entorno de recesión.