El tsunami provocado por la quiebra del criptobanco Silvergate y los problemas de SVB Financial agitan los mercados

Ana Racionero (Intermoney) | La bajada de rentabilidades con la que despedíamos la sesión de ayer, fruto de unas peticiones de subsidios de desempleo mayores de lo esperado, no era nada comparado con lo que estaba por venir. En la sesión americana, el “criptobanco” Silvergate Cap. Corp. quebraba, y el SVB Financial Group, entidad bancaria con sede en Silicon Valley, se deshacía de una cartera de bonos por valor de 21000 millones de USD para reforzar su liquidez, dando lugar a enormes pérdidas y evocando tiempos recientes muy oscuros. La reacción no se hacía esperar, y las bolsas se desplomaban, lideradas por los valores bancarios, mientras que los bonos, el JPY y el CHF subían en un movimiento típico de búsqueda de seguridad. Las rentabilidades descendían y los picos de los tipos de interés se rebajaban. El 10 años UST cedía hasta el 3.80%, y el dos años, hasta el 4.75%. El miedo a un contagio en el sector bancario, dada la devaluación del valor de las tenencias de deuda de las entidades ante las subidas de tipos, que podría obstaculizar los esfuerzos mundiales de endurecimiento de la política monetaria, se apoderaba del mercado. Las probabilidades de un aumento de la tasa de interés de 50 pb por parte de la FED en su próxima reunión se rebajaban del 75% a un 50%.

El tsunami llegaba a los mercados asiáticos, que replicaban el movimiento americano, aunque el JPY cedía terreno cuando el BOJ mantenía su política monetaria sin cambios en la última reunión del banco central con Kuroda a la cabeza.

En Europa, los bonos repuntaban a la apertura. La rentabilidad del Bund caía de golpe 12pb, y el dos años alemán retrocedía 20 pb hasta el 3.08%, para estabilizarse ahí. Los mercados monetarios rebajaban sus apuestas sobre el tipo terminal de la zona euro por debajo del 4% por primera vez desde el 28 de febrero. Las acciones de los bancos europeos, como Deutsche Bank AG y Commerzbank AG, se desplomaban, después de haber liderado el sector bancario los avances de las bolsas europeas de este año gracias a los aumentos de los tipos de interés, que amplían sus márgenes. En España, las ventas minoristas subían considerablemente en enero. Italia publicaba sus IPP de enero, que caían un 9.9% desde el mes anterior y, aunque subían un 11.6% respecto del año anterior, el incremento era mucho menor que el 39.2% de diciembre.

El Reino Unido sorprendía muy gratamente con una subida intermensual de su PIB del 0.3% en enero, cuando se esperaba un 0.1%, dando muestras de la resiliencia de su economía a pesar de las recientes huelgas, y haciendo albergar esperanzas de que pueda terminar esquivando la recesión, lo que, por otro lado, añade presión al BOE.

La apertura del mercado americano no hacía más que agudizar las compras de bonos y las ventas de bolsa en búsqueda de seguridad. De poco servía que las nóminas no agrícolas salieran, con 311k, muy por encima de las 225k esperadas. Los datos eran mixtos, ya que la tasa de desempleo, pese a lo anterior, aumentaba al 3.6%. Los salarios por hora promedio salían ligeramente por debajo de las previsiones.

El petróleo acababa la semana con el WTI en los 75 USD por barril tras una caída semanal de cerca del 6%.

Al cierre, el dos años alemán había perdido 25 pb, quedando su “yield” al 2.995%. El dos años UST perdía otros 25 pb para cerrar la semana en Europa al 4.63%. A diez años, el Bund perdía 19 pb, cerrando al 2.445%, y el UST 21 pb, para cerrar al 3.695%. Como consecuencia de las mayores caídas en el corto plazo, las curvas cogían pendiente. Las pérdidas de rentabilidad eran menores en los países periféricos, dando lugar a una ampliación de las primas de riesgo.

Hoy sólo cabe despedirse con un TGIF!!!!!!!!!!!!!!!!!