Alphavalue/ Divacons | Respecto al apagón que tuvo lugar el lunes 28 de abril, los datos (ENTSO-e=Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad) no muestran ningún desequilibrio entre producción y demanda en el momento del apagón en la red eléctrica española. Mientras se esperan las conclusiones de la investigación sobre la causa del problema, se ha desatado un encendido debate sobre la supuesta implicación de las energías renovables no gestionables (solar y eólica). Es cierto que este tipo de mix energético es complejo de gestionar, aunque manejable, como lo demuestra el caso de California, que en 2023 generó cerca del 50% de su electricidad a partir de renovables, incluyendo un 30% de solar y 11% de la hidraúlica. En Francia, RTE lanzó una advertencia el 11 de abril sobre una “situación extremadamente tensa” causada por una sobreproducción eléctrica ( y, por tanto, subconsumo), que amenazó la red y provocó la desconexión de 13 parques eólicos y solares. Los defensores de las renovable argumentarán que la energía nuclear también se modula ( lo que, según algunos estudios, provoca un desgaste prematuro), y que EDF tiene prioridad, además de que estas capacidades renovables son esenciales cuando las centrales nucleares están en mantenimiento o la generación hidroeléctrica es baja, como ocurrió en 2022. Las voces pronucleares culparán a las renovables subvencionadas por no haberse reducido a tiempo. La cuestión es política y eterna.