Irene Lauro (Schroders) | Prevemos que el Banco Central Europeo (BCE) lleve a cabo una nueva bajada de tipos este mes de junio, ya que es probable que el aumento de la incertidumbre comercial frene la inversión en el segundo y tercer trimestres. No obstante, se vislumbra un panorama más positivo para la eurozona. La recuperación económica ha empezado a cobrar fuerza, impulsada por una política monetaria más laxa que está apoyando el consumo. El estímulo fiscal tomará el relevo en Alemania, con repercusiones positivas en otros países de la región.
Esperamos que el BCE recorte los tipos esta semana, situándolos en el 2%, es decir, en el centro de la horquilla de tipos neutrales estimada entre el 1,75% y el 2,25%. Posteriormente, esperamos que el BCE se mantenga a la espera. Hablar de subidas de tipos en 2026 parece prematuro dada la ralentización de la inflación y el planteamiento del Banco, muy dependiente de los datos, en un entorno de incertidumbre.
Hemos rebajado ligeramente nuestra previsión de crecimiento para la eurozona para 2025 del 1,1% al 1%, ya que es probable que las amenazas arancelarias y la incertidumbre en la dinámica del comercio mundial lastren la confianza empresarial y la inversión. Como se esperaba, el consumo ha empezado a recuperarse gracias a unas condiciones financieras más laxas y es probable que siga ganando impulso este año. Sin embargo, lo más destacado de nuestras previsiones actualizadas es la proyección de crecimiento para 2026. Hemos mejorado sustancialmente el crecimiento de la eurozona del 1,5% al 2% gracias al significativo cambio de la política fiscal en Alemania.
En cuanto a la inflación, hemos rebajado nuestra previsión de inflación de la eurozona para 2025 del 2,4% al 2,1% anual, debido a la bajada de los precios del petróleo y al fortalecimiento del euro, que ejercerá una presión desinflacionista sobre los precios de los bienes importados. Aunque China mantiene el acceso a EE.UU. por rutas alternativas, las presiones desinflacionistas aumentarán si las mercancías chinas baratas se redirigen a Europa. Por otra parte, nuestra previsión de inflación alemana se ha revisado ligeramente al alza, del 1,9% al 2,1% interanual, tras un primer trimestre más fuerte de lo esperado. Sin embargo, la inflación ha sido mucho menor en el resto del bloque. En consecuencia, aunque la inflación subyacente se mantendrá probablemente por encima del objetivo del 2% del BCE durante algún tiempo más, debería al menos moderarse en torno al próximo año.