La fase final del ciclo de endurecimiento de la política monetaria del BCE está llegando a su fin

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 Carlos del Campo (Diaphanum) | Tal y como se esperaba, el BCE subió 25 pb el coeficiente de depósito hasta el 3,75%, su novena subida consecutiva en los últimos doce meses desde el comienzo de endurecimiento de la política monetaria. Lagarde volvió a descartar recortes de tipos en 2023 y reafirmó que las próximas decisiones dependerán de los datos económicos, reconociendo que la actividad económica de la zona euro se estaba deteriorando, ya evidente en la contracción del sector manufacturero y el hundimiento de la demanda crediticia.

En términos de inflación, continúan considerando que permanecerá alta durante un tiempo prolongado, por lo que no podemos descartar una nueva subida de tipos, pero en septiembre podrían optar por pausar, siguiendo el ejemplo previo de Estados Unidos o Canadá. Actualmente, el mayor riesgo es que, a diferencia de lo ocurrido con la inacción de los bancos centrales durante 2021, el BCE podría correr el riesgo de considerar que sus medidas son demasiado benignas para la actividad económica, induciendo a la economía a entrar en recesión.

Tras esta subida, el nivel de tipos se encuentra en rangos históricamente elevados, lo que anticipa que la fase final del ciclo de endurecimiento de la política monetaria está llegando a su fin. La reacción del mercado fue dovish ya que por un lado el euro disminuyó, mientras que las bolsas y los precios de los bonos subieron, al descontarse un escenario más suave de tipos de interés.