Cédric Baron (Generali AM) | La reelección de Trump plantea muchos interrogantes a los inversores en 2025. Abre la puerta a un mayor proteccionismo, más estímulos fiscales y una mano de obra más tensa, todo lo cual impedirá que bajen los precios y pondrá una piedra en el zapato de los bancos centrales. Combinado con la inestabilidad geopolítica, creemos que los precios de los activos deberían ser especialmente volátiles el año que viene, desde la renta variable a la renta fija.
Pero la volatilidad, en su acepción de desviación típica de una distribución normal, puede no ser la traducción correcta de lo que arriesgan los inversores en este entorno impredecible. Creemos que las rentabilidades del próximo año se relacionarán con una cuestión de «riesgos de cola» (tanto al alza como a la baja). La administración Trump tendrá consecuencias sobre el crecimiento, la inflación, la política monetaria y la geopolítica, todo lo cual aumenta el riesgo de consecuencias extremas para los precios de los activos. Los movimientos importantes del mercado ocurren cuando las convicciones son altas, el posicionamiento es estirado y los riesgos extremos no están bien reflejados en las carteras. Creemos que estamos cerca de esta situación en los mercados de renta variable estadounidenses.
Por otra parte, algunas regiones totalmente ignoradas por la mayoría de los inversores internacionales, como Europa y China, podrían beneficiarse de un posible apoyo positivo. El fin de la guerra en Ucrania aliviaría los problemas del precio del gas en Europa y supondría un alivio para muchas empresas alemanas. Las ayudas fiscales que han empezado a anunciarse en China podrían ir seguidas de medidas aún más selectivas para los consumidores y reactivar el crecimiento, así como el interés de los inversores internacionales.
En este entorno de gran incertidumbre, creemos que las estrategias multiactivos están especialmente bien equipadas para diversificar los riesgos en un entorno fragmentado, aplicar coberturas estructurales y posicionarse ante posibles acontecimientos extremos.
En efecto, mientras que nuestra asignación táctica de activos, basada en una combinación de análisis fundamental y cuantitativo, permite mejorar la rentabilidad de nuestra asignación estratégica de activos mediante movimientos de asignación, nuestras estrategias superpuestas están diseñadas para añadir valor en entornos inciertos como el descrito anteriormente. El uso de opciones en los mercados de renta variable y renta fija ofrece oportunidades para mejorar la rentabilidad, tanto beneficiándose de los escenarios alcistas como mitigando las caídas del mercado. Nos centramos específicamente en dos tipos de mitigación: las limitadas, que se abordan con estrategias de opciones, y las extremas, cubiertas por estrategias sistemáticas diseñadas para reaccionar en acontecimientos extremos limitando al mismo tiempo el impacto negativo del carry.
Además de esto, examinamos un gran número de mercados para encontrar las mejores oportunidades de subida debido a activos especialmente infravalorados y poco apreciados que se adaptan bien a la opcionalidad, que son los que más se benefician de un cambio en los argumentos de inversión que desencadene repuntes violentos. Creemos que esta parte de nuestro proceso de inversión se adaptará especialmente al entorno de inversión de Trump 2.0.