El IFO alemán de confianza empresarial aumenta en marzo a 86,7 desde 85,2 en febrero, su nivel más alto desde julio

Fábrica Opel- Alemania

Intermoney | A pesar de todos los desafíos a los que se enfrenta la economía germana, en los indicadores adelantados y las encuestas de sentimiento empezamos a ver poco a poco un cambio a mejor y el martes volvíamos a dar cuenta de ello. El índice IFO de confianza empresarial, aumentó en marzo a 86,7, desde 85,2 en febrero, alcanzando su nivel más alto desde julio. Recordemos que el informe IFO es uno de los indicadores anticipados más fiables de la actividad económica en Alemania. La mejora venía sobre todo por el repunte en las
expectativas empresariales, que crecieron a 87,7, desde 85,6 en febrero,
mientras que la evaluación de la situación actual subió de forma marginal (85,7 pts desde 85,0). Es totalmente acorde con la tendencia que podemos esperar de la economía teutona y con lo que hemos visto en otros indicadores como los ZEW. En el corto plazo, los inminentes aranceles de EEUU son un riesgo a la baja añadido sobre una ya mermada actividad económica. Tanto en la industria como en la construcción la cartera de pedidos experimentó un ligero descenso y la escasa demanda sigue siendo la norma.

Pero, aun así, ambos evaluaron su situación actual como mejor, así como los otros dos sectores (servicios y comercio). Y del mismo modo, era generalizado el optimismo en las expectativas, que mejoraron con fuerza en el sector servicios, muy en especial en arquitectura e ingeniería, mientras entre los empresarios fabriles, las expectativas se han vuelto notablemente menos escépticas. El recién acordado paquete de estímulo fiscal y la modificación del freno de deuda ha hecho aflorar un aumento en la confianza de cara al futuro que contribuirá a que la economía experimente un repunte en el medio plazo. Y es que tenemos que tener en cuenta que el multiplicador del gasto en infraestructura suele rondar el uno durante el primer año, pero el impacto mayor en el crecimiento será más lento. Por ejemplo, para lograr un impacto real en la economía, será necesario aumentar la capacidad de producción, y eso lleva tiempo.