Bankinter | El Primer Ministro de Japón, Ishida, pide a su Gobierno que prepare un paquete de estímulos fiscales tras las elecciones anticipadas del 27 de octubre. Estas medidas podrían incluir pagos a familias con bajas rentas, subsidios a gobiernos locales y un aumento progresivo del salario mínimo desde 1.055¥ hasta 1.500¥ (10,24$) en 10 años.
Opinión del equipo de análisis de Bankinter:
El nuevo Primer Ministro pone el foco en el crecimiento económico. Además de favorecer un ritmo más lento en las subidas de tipos por parte del Banco de Japón también considera retirar algunas de sus propuestas previas de subidas de impuestos sobre las plusvalías y sobre sociedades y, ahora, propone un paquete de medidas fiscales para revitalizar la economía y alejar el riesgo de recaer en la deflación que ha sufrido el país hasta antes de la pandemia.
Las revisiones salariales de primavera (shunto), que se saldaron con el mayor incremento desde 1992 (+5,1%), empiezan a mejorar la renta real disponible de las familias. En julio los salarios reales aumentaron +1,6%, el primer crecimiento positivo desde marzo 2022. Con las medidas de estímulo, Ishida quiere reafirmar el incipiente círculo virtuoso de traslado de los aumentos de los salarios a los precios, así como mejorar el poder adquisitivo de las familias para incentivar el consumo.
Este enfoque es depreciatorio para el yen y bueno para la economía y la bolsa japonesas, con fuerte exposición a las exportaciones, aunque, hasta su concreción, la reacción del mercado es moderada: las bolsas suben ligeramente (Nikkei 225 +0,10%, Topix +0,33%), $/¥ 146,1 (-0,6%), Bono 10A 0,829% (+1,8 pb).