Moción de censura en Francia: una vez depuesto el Gobierno, el año 2025 quedaría huérfano de presupuestos

Economía de Francia

Banca March | Michel Barnier, tras intentar un acuerdo de última hora con Agrupación Nacional (AN), decidió finalmente imponer la Ley de Seguridad Social 2025 sin plantear ni siquiera una votación en el parlamento usando el artículo 49.3 de la constitución francesa. Como reacción, tanto el frente de izquierdas como el partido de Le Pen han decidido pedir la moción de censura.

La caída del Gobierno actual es altamente probable, pues se enfrenta a la oposición tanto del frente de izquierdas como de la ultraderecha. Ambos bloques, salvo sorpresa de algún partido dentro de la coalición de izquierdas, suman 332 votos, superando los 288 requeridos para que salga adelante la moción. Ambas mociones se debatirán y votarán entre el miércoles y jueves. AN ya ha anunciado que votará a favor de la moción de censura del grupo de izquierdas, a pesar de haber presentando una por su cuenta.

Una vez depuesto el Gobierno, la Ley de Seguridad Social 2025 quedaría anulada y el resto de actividad legislativa presupuestaria se pararía, dejando el año 2025 huérfano de presupuestos. 

En tal caso, las opciones serían la aprobación de una ley especial que permita recaudar impuestos al Gobierno en funciones el año que viene y también mantenga la capacidad de financiación en mercados que tiene, por ejemplo, la Seguridad Social francesa. Hasta que no se apruebe esta ley general de cara al 2025, el Gobierno deberá periódicamente solicitar autorización al parlamento para recaudar impuestos. Este escenario es el más probable. 

La otra opción es que el Gobierno implemente decretos ejecutivos para mantener la actividad estatal y ejecutar el presupuesto o incluso se tome una vía más agresiva y Macron asuma poderes especiales, alegando una situación de emergencia, para imponer los presupuestos. 

En este caótico escenario, los inversores toman un tono cauto en los bonos europeos, con el activo libre de riesgo brillando en las últimas sesiones. La rentabilidad exigida al bono alemán se sitúa en niveles cercanos al 2%, -44 p.b. por debajo de los niveles de hace un mes. En las bolsas, el CAC 40 francés volvió a entrar en negativo en el año el lunes y mantiene un diferencial con respecto al Stoxx 600 de 11 p.p. en rentabilidad en el año.