Banca March | Arranca la contienda electoral en EEUU sin señales de una ventaja clara por parte de ningún contendiente.
Una campaña presidencial intensa, que tuvo un punto de inflexión con la llegada de Kamala Harris ante la renuncia voluntaria de Biden, tras un primer debate presidencial en el que el actual presidente de los Estados Unidos mostró una clara falta de competitividad. Posteriormente, las encuestas se han igualado ante lo que parecía una batalla perdida. No obstante, el mercado de apuestas se ha ido girando en las últimas semanas para el lado de Donald Trump, atribuyéndole unas probabilidades de victoria del 57% ayer.
El ganador se decidirá en los conocidos como swing states o estados bisagra. En este caso, son 7 y reúnen 93 compromisarios de los 270 necesarios para acceder a la Casa Blanca. Entre ellos, destaca Pensilvania, el más importante, pues contribuye con 19 votos. Recordemos que, en el caso americano, quien gana las votaciones en el estado se hace con todos los votos de los compromisarios. Las encuestas dentro de los estados también están muy igualadas, aunque en cuatro 4 de los 7 los republicanos cuentan con una ligerísima ventaja según los últimos datos.
Asimismo, al tratarse de una carrera tan pareja, prevemos que los resultados no serán inmediatos, pues cada estado tiene sus propias normas de recuento –algunos como Georgia requieren conteo a mano–, lo que podría retrasar los resultados preliminares hasta 10 días. También habrá que tomar con precaución los resultados parciales mientras se están contando las papeletas, dado que hay estados que reportan primero los votos en persona y luego el voto por correo, que desde el Covid ha ganado peso en las ciudades donde normalmente hay más afinidad demócrata.
Finalmente, también se llevará a cabo la renovación de la Cámara de Representantes y de un tercio del Senado. En este caso, las probabilidades están repartidas en la cámara baja mientras que las encuestas apuntan a un giro republicano en el Senado. Esto será clave a la hora de saber las capacidades que tendrá el candidato ganador para implementar su plan de gobierno, que podría verse limitado en caso de no controlar las cámaras.
Por ello, aunque la votación termine hoy, lo más probable es que la incertidumbre permanezca durante varios días y no sepamos quién será presidente hasta un par de semanas después. Además, los resultados no son oficiales hasta que los secretarios de los diferentes estados los certifican como tal, teniendo de plazo hasta el 11 de diciembre. Una vez con los resultados finales, los compromisarios votan el 17 de diciembre, que será seguido de un parón navideño. Por último, el 3 de enero se forma el nuevo Congreso que certificará finalmente los votos el 6 de enero, dejando para el 20 de enero la toma de posesión oficial del nuevo presidente de Estados Unidos.