Renta 4 | Las bolsas europeas abren a la baja (futuros Eurostoxx -0,56%, futuros S&P -0,40%), continuando con el tono de corrección de la semana pasada.
El viernes conocimos el informe oficial de empleo de junio en EE.UU., con un dato bastante en línea con lo esperado (moderación en nóminas no agrícolas hasta 209.000 vs 230.000e y 306.000 anterior, y con revisión a la baja de los dos meses anteriores, -110.000). Por tanto, cierta moderación en el mercado laboral, si bien la tasa de paro cae a 3,6% (en línea con lo estimado y vs 3,7% anterior), mientras que los salarios se aceleran ligeramente, +4,4% i.a. (vs la ralentización esperada a +4,2% vs +4,4% previo). Creemos que el dato es compatible con una subida de tipos de +25 pb en la próxima reunión de la Fed (26-julio), que podría variar en función de los datos que conozcamos hasta entonces.
En este sentido, la atención de los inversores esta semana estará en el dato de IPC de EE.UU. de junio (miércoles), donde se espera una moderación de la tasa general (3,0%e vs 4,0% anterior), pero con una inflación subyacente todavía en niveles altos (5,0%e vs 5,3% anterior). Asimismo, estaremos pendientes de la confianza consumidora de la Universidad de Michigan preliminar de julio, que podría registrar cierta recuperación, aunque en niveles aún bajos.
También deberemos estar atentos a los datos de inflación que se publiquen en China (IPC e IPP de junio), que se espera sigan sin mostrar ningún tipo de señal inflacionista, lo que podría facilitar nuevos estímulos fiscales y/o monetarios.
En el plano empresarial, toda la atención estará en el pistoletazo de salida de los resultados empresariales del 2T23, con la banca de inversión americana reportando el próximo viernes 14 de julio (JP Morgan, Wells Fargo, Citigroup y la gestora Blackrock).
De cara a los próximos meses, nuestro posicionamiento se mantiene cauto, ya que apreciamos que las valoraciones se han venido ajustando con las subidas de las cotizaciones y aún podemos asistir a un mayor deterioro económico en la medida en que las agresivas subidas de tipos de interés vayan filtrándose en la economía real, menoscabando el consumo privado y la inversión empresarial. A pesar de que, por el momento, el escenario viene superando a los pronósticos, las incertidumbres son numerosas, como muestra la cada vez más contundente inversión de las curvas de rentabilidades, por lo que parece aún prematuro cantar victoria. No obstante, de confirmarse un suave aterrizaje de la economía, con un nivel de precios que continúe remitiendo de manera sostenida sin necesidad de subir los tipos de interés de referencia muy por encima de los niveles actuales, no descartamos que el sentimiento positivo de las bolsas visto en el primer semestre pueda continuar.