La Fed se aleja de la transición verde mientras el BCE dobla la apuesta

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Santander Corporate & Research | En sus presentaciones en Estocolmo ayer, Powell recordaba que el trabajo de la Fed no es el de convertirse en un regulador del cambio climático. O al menos no sin que el congreso legisle a favor de este nuevo mandato. En el mismo foro, Schnabel doblaba la apuesta anunciada hace pocos meses por Lagarde apuntando en todas las direcciones en el objetivo de descarbonizar el portfolio de bonos del BCE. Entre las numerosas referencias, una de las más llamativas apunta a la posibilidad de que el BCE venda activamente bonos corporativos “brown” para crear espacio para comprar bonos corporativos “green”. Por cierto que, a la espera del crítico IPC de diciembre en EEUU mañana (última gran cita antes del FOMC del 1 febrero), las escasas referencias de Powell en política monetaria (aparte de “restaurar la estabilidad de precios requiere medidas que no son populares a corto plazo”) tras numerosas declaraciones hawkish de otros miembros de la Fed en los últimos días, se traducía en un mini rally de bolsas y crédito de EEUU a última hora. Algo que explica el mejor tono en la apertura europea hoy.

¿Ventas activas de bonos corporativos “brown”? Schnabel admitía ayer que el final de QE y el arranque del programa de QT comprometen el objetivo del BCE de descarbonizar su portfolio de bonos. De hecho, en sus simulaciones, que asumen reinversiones completas (no QT), sólo se lograría descarbonizar el 50% del portfolio de bonos corporativos en 2030 en el mejor de los casos. A este análisis, Schnabel sumaba un dato llamativo: el 0-5% de los bonos corporativos en cartera representa el 80% de las emisiones por efecto invernadero. Y termina afirmando que, para cumplir con los requerimientos del Acuerdo de París (“trayectoria estable de descarbonización del portfolio de bonos independientemente de la política monetaria o acciones a tomar por compañías independientes”), el BCE necesita moverse de una aproximación “flow-based” a otra “stock-based”. Y afirma que eso puede requerir “reajustes activos” del portfolio hacia emisores verdes. También extiende la idea de un posible futuro “stock approach” hacia la cartera de covered bonds y ABS.

De TLTROs a GTLOs. O Green targeted lending operations. Aunque Schnabel admite que no es el momento, cuando la política del BCE tenga que volver a ser expansiva, este podría considerar la opción de lanzar este tipo de instrumento. También recordaba el importante papel que pueden jugar las agencias a la vista del limitado papel verde emitido por los gobiernos. Pero también incide en la necesidad de solucionar las limitaciones actuales para poder elevar el stock de bonos verdes soberanos (capital key, medición del alineamiento con los Acuerdos de Paris y limitadas emisiones), sobre todo a la vista de la revisión del marco operacional del BCE que, según Schnabel, es probable que derive en un mayor tamaño del balance del BCE y un “portfolio estructural de bonos”.