La probabilidad de que la Fed aumente en medio punto porcentual sus tipos supera el 50% tras el dato de inflación

Inflación

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Tal y como era de prever, la publicación de la cifra del IPC de enero de Estados UnidosU monopolizó ayer la atención de los inversores, determinando durante la sesión el comportamiento de los mercados financieros europeos y estadounidenses. En este sentido, señalar que se cumplieron los peores presagios, con la inflación y con su subyacente superando las expectativas de los analistas y alcanzando sus niveles más elevados en casi cuatro décadas. Además, y esto es lo más preocupante, el repunte de la inflación en enero en Estados Unidos tuvo una base amplia, lo que refleja las presiones generalizadas sobre los precios de muchos productos y servicios. 

La reacción de los mercados financieros al “negativo” dato de la inflación estadounidense fue la que cabía esperar: dólar al alza, bonos a la baja, con sus rendimientos moviéndose en sentido contrario, y bolsas también a la baja. Los valores más sensibles a las alzas de tipos, los catalogados como de crecimiento, especialmente los tecnológicos y los biotecnológicos, fueron los que peor reaccionaron en un principio a la publicación del dato, algo que también era lo esperado. Posteriormente, tanto los mercados de bonos como los de acciones lograron tranquilizarse, recuperando todos ellos parte del terreno cedido, lo que favoreció un cierre mixto y sin grandes cambios de los principales índices bursátiles europeos. No obstante, las declaraciones a la agencia de noticias Bloomberg del presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, apostando por subir los tipos de interés de referencia en 50 puntos básicos en marzo, para situarlos en el 1% para julio, aceleraron nuevamente las ventas tanto en los mercados de bonos, donde el rendimiento del bono del Tesoro con vencimiento a 10 años cerró el día por encima del 2% por primera vez desde el mes de julio de 2019, como en los de acciones, lo que llevó a los principales índices bursátiles de Wall Street a terminar la jornada con fuertes descensos, con el Nasdaq Composite perdiendo algo más del 2%. En este mercado los 11 sectores que integran el S&P 500 cerraron el día con pérdidas, con los de materiales y de la energía como los que mejor se comportaron en términos relativos. 

Ahora todas las miradas girarán hacia la Fed, mientras los inversores vuelven a elucubrar sobre la posibilidad de que el banco central estadounidense inicie en marzo su proceso de alzas de tipos con una subida de medio punto porcentual en lugar de la de 25 puntos básicos que venía descontando el mercado. En ese sentido, señalar que, si antes de la publicación del dato el mercado asignaba una probabilidad menor al 30% de que la Fed subiera en medio punto porcentual sus tasas de interés de referencia en marzo, tras el dato la probabilidad subió por encima del 50%. Tras las declaraciones de Bullard, que en los últimos meses se han convertido en un verdadero “halcón”, al mostrarse muy favorable a acelerar la retirada de estímulos monetarios, esta probabilidad se elevó hasta casi el 90% (fuente CME Group). 

A partir de ahora los inversores tanto en los mercados de bonos como en los de acciones deberán asumir que el banco central estadounidense va a combatir la alta inflación con todas sus herramientas, por lo que va a acelerar sin duda alguna su proceso de retirada de estímulos monetarios. No obstante, creemos que la postura de Bullard no es la general dentro del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), por lo que, a pesar de lo que descuente el mercado, no es descartable que en marzo sus miembros opten por la moderación, y suban sus tasas de interés sólo en 25 puntos básicos, intentando de este modo penalizar lo menos posible el crecimiento económico. Además, antes de la reunión, que se celebrará a mediados de marzo, el FOMC dispondrá de los datos de inflación de febrero, que creemos que serán determinantes de cara a la decisión que adopten sus miembros en materia de tipos de interés. En este sentido, debemos señalar que lo realmente relevante en estos momentos no es el nivel que alcance la inflación, que también, sino su tendencia. También decir que el BCE, por mucho que lo intente, no puede mantenerse ajeno a los movimientos del la Fed, ya que éstos también se van a ver reflejados en la evolución de las divisas, y un euro que se debilite aun más con respecto al dólar es un factor claramente inflacionista. 

Hoy esperamos que las bolsas europeas, que ayer “aguantaron bastante bien el tipo”, abran claramente a la baja, siguiendo de esta forma la estela dejada ayer por Wall Street. El hecho de que los futuros de los índices de este último mercado vengan marcando nuevas caídas también lastrará el comportamiento de las bolsas europeas en las que, como ocurrió ayer en las estadounidenses, serán los valores catalogados como de crecimiento los que más sufrirán las ventas de los inversores durante la jornada, aunque dudamos que haya algún sector que pueda evitarlas. Posteriormente, serán el comportamiento de los rendimientos de los bonos y de los índices de Wall Street, cuando abran por la tarde, los que determinarán la tendencia que adopten las bolsas europeas en su cierre semanal.