J.J. Fdez- Figares (Link Securities) | En una jornada que podríamos calificar como de transición, los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer en su mayoría a la baja, tras pasarse gran parte de la sesión moviéndose en un estrecho intervalo de precios, casi siempre en terreno negativo. El único sector que terminó el día al alza fue el de la energía que, impulsado por el precio del crudo, que ayer subió el 3%, recuperaba parte de lo cedido durante la semana precedente. En este sentido, señalar que continúa habiendo gran incertidumbre en el mercado de crudo sobre el potencial impacto de las nuevas sanciones implementadas por el G7 y la Unión Europea (UE) para penalizar las ventas de petróleo ruso y por la decisión de Rusia de recolocar el crudo en principio destinado a estos países entre sus clientes asiáticos. La mencionada incertidumbre está generando mucha volatilidad en el precio de esta materia prima, que la semana pasada cedió, tras seis sesiones consecutivas a la baja, el 11%, en lo que fue su mayor descenso desde el pasado mes de abril, situándose de esta forma en pérdidas en el ejercicio.
En Wall Street fue también el sector de la energía el que mejor se comportó durante la sesión de ayer, aunque en este mercado las ganancias fueron generalizadas, con los principales índices cerrando la jornada con importantes avances, recuperándose de esta forma de los descensos acumulados durante la semana pasada, que fue su peor semana desde el pasado mes de septiembre. Cabe destacar que fueron dos los factores que animaron a los inversores a incrementar sus posiciones de riesgo: i) la apuesta de que la inflación ha bajado sensiblemente en el mes de noviembre, algo de lo que pasaremos a hablar ahora; y ii) la “seguridad” de que la Reserva Federal (Fed) va a comenzar a moderar sus alzas de tipos tan pronto como mañana.
En lo que hace referencia a la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto, FOMC, que comienza hoy, decir que esperamos que la Fed suba durante la misma sus tasas de interés de referencia en 50 puntos básicos, hasta el nivel de entre 4,25% y 4,50%. También esperamos que los miembros del FOMC, cuando dibujen en el diagrama de puntos sus expectativas para las tasas oficiales en los próximos años, sitúen la tasa terminal, nivel de los tipos oficiales al que la Fed dará por finalizado su proceso de alzas, algo por encima del 5% -en la reunión de septiembre la situaron en el 4,6%, mientras que el mercado anticipa actualmente una tasa terminal cercana al 4,9%-. Habrá, sin embargo, que estar muy pendientes de “cuándo” esperan los miembros del FOMC que las tasas oficiales comiencen a bajar, algo que no esperamos que vaya a ocurrir hasta 2024, con la inflación ya muy cerca del objetivo del 2%. Por lo demás, y con todo lo señalado anteriormente, entendemos que ya descontado por los inversores, será lo que diga el presidente de la Fed, Jerome Powell, en la rueda de prensa posterior a la finalización del FOMC, lo que realmente “mueva los mercados”. En ese sentido, esperamos que Powell deje claro que la Fed hará lo que sea necesario para llevar las expectativas de inflación al objetivo, dando prioridad a este hecho sobre la marcha de la economía en el corto plazo. Además, creemos que Powell intentará “erradicar” de la mente de los inversores cualquier apuesta sobre un posible giro de la Fed en materia de tipos de interés en 2023. La fortaleza del mercado laboral estadounidense y la dificultad de doblegar la inflación, concretamente la subyacente y la de servicios, le servirán como argumentos.
En este sentido, señalar que la principal cita para los inversores durante la sesión de hoy será la publicación esta tarde en EEUU del índice de precios de consumo (IPC), correspondiente al mes de noviembre. Los analistas esperan que el IPC general haya repuntado el 0,3% en noviembre con relación a octubre y que lo haya hecho el 7,3% en tasa interanual frente al 7,7% que lo hizo en el mes precedente. Por su parte, el consenso también espera que el subyacente del IPC haya subido el 0,3% en el mes, mientras que en tasa interanual proyecta que lo haya hecho el 6,1% frente al 6,3% de octubre. En principio, la desaceleración de la inflación sería en gran medida consecuencia de un menor crecimiento de los precios de la energía, mientras que se espera que los precios de los alimentos hayan seguido subiendo con fuerza. También se espera un descenso de los precios de muchos bienes y que la inflación de los servicios siga mostrándose difícil de doblegar. Unas cifras “mejores” de lo esperado “darán alas” al rally que vienen experimentando tanto la renta fija como la renta variable occidental en los últimos meses, ya que los inversores darán por hecho, si es que no lo han hecho ya, que la inflación ha tocado techo en EEUU. Ello, y siempre siguiendo esta línea argumental, permitirá a la Fed dar por finalizado su proceso de alzas de tipos antes y con una tasa terminal más baja de lo esperado. En sentido contrario, si como sucedió el viernes con el índice de precios de la producción (IPP) del mismo mes, las lecturas son algo peores de lo esperado, volverán las ventas a este mercado, arrastrando tras de sí al resto de bolsas occidentales.
Hoy, para empezar, esperamos que las bolsas europeas comiencen la jornada al alza, recuperándose así de los descensos de ayer. No obstante, y hasta que se publique el IPC de noviembre en EEUU, creemos que muchos inversores se mantendrán al margen del mercado, en una actitud prudente. Antes, y en Alemania, se publicarán los índices ZEW de diciembre, índices que miden la percepción que sobre el estado actual de la economía alemana tienen los grandes inversores y los analistas, así como sus expectativas sobre el comportamiento de la misma. En principio el consenso de analistas espera que estos importantes indicadores de inversión hayan mejorado con relación a noviembre, con lo que encadenarían tres meses consecutivos de mejora tras haber alcanzado en septiembre su nivel más bajo en más de una década. Detrás de esta mejoría estaría el hecho de que, tras un otoño menos frío de lo esperado, no parece que se vaya a cumplir el peor escenario manejado hasta hace poco, que contemplaba recortes en los suministros energéticos y la paralización de muchas industrias, al menos durante este invierno.