Los bancos centrales occidentales mantendrán los tipos altos en gran parte del 2024, hasta haber doblegado con seguridad al “monstruo” de la inflación

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J. J. Fdez- Figares | En una sesión en la que los inversores apostaron claramente por incrementar sus posiciones de riesgo, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron ayer con fuertes alzas. Detrás de este brusco cambio experimentado en los últimos días por el sentimiento de los mercados, que está por ver que se consolide, está la convicción de los inversores de que los bancos centrales han dado por finalizado su proceso de subidas de tipos –ayer el Banco de Inglaterra (BoE) y el Banco Central de Noruega mantuvieron sus tasas de interés sin cambios, en línea con lo hecho por el BCE la semana pasada y por la Reserva Federal (Fed) el pasado miércoles-. No obstante, y siendo esta hipótesis la más razonable, a no ser que la inflación vuelva a repuntar impulsada por los precios de la energía, de extenderse el conflicto de Gaza por la región, seguimos apostando porque las tasas de interés oficiales se mantendrán altas durante, al menos, gran parte del 2024, hasta que la inflación muestre claros indicios de que se dirige hacia el objetivo del 2%. No creemos que los bancos centrales, con antecedentes como los de los años 70, vayan a flexibilizar su política monetaria antes de estar convencidos de que han doblegado definitivamente al “monstruo” de la inflación.

De momento, todo parece indicar que la “apuesta” de los inversores es diferente, dando por hecho que, a partir de ahora, los tipos sólo pueden bajar. Ello ha provocado un fuerte repunte de los precios de los bonos, activos que llevaban tres meses siendo duramente castigados, y una significativa caída de sus rendimientos, liderada por los de los bonos del Tesoro estadounidense. Este movimiento se ha sustentado fundamentalmente en tres razonamientos por parte de los inversores: i) como ya hemos señalado, el convencimiento de que la Fed ha acabado con su proceso de subidas de tipos, y ello a pesar de que el miércoles el presidente de la entidad intentó dejar la puerta a nuevas subidas, de ser éstas necesarias; ii) las menores necesidades de emisión por parte del Tesoro para el último trimestre del año y la concentración de las emisiones en el tramo corto de la curva, hechos que han pillado por sorpresa a muchos inversores; no obstante, el déficit público estadounidense sigue descontrolado, por lo que el Tesoro seguirá necesitando emitir un volumen ingente de deuda en los próximos trimestres; y iii) que la economía estadounidense se debilitará sí o sí, no siendo todavía descartable que las condiciones financieras restrictivas provoquen que entre en una ligera recesión a lo largo del 2024, algo que, de momento, parece complicado que suceda dada la solidez y resistencia que viene mostrando esta economía. Por tanto, no vemos claro que el reciente movimiento al alza de los precios de los bonos y a la baja de sus rendimientos, que ha sido el principal factor detrás del repunte de las bolsas occidentales en las últimas dos sesiones, vaya a continuar por mucho más tiempo.

Además, consideramos que, tanto en el fuerte rebote experimentado por los bonos como por las acciones, hay un importante componente técnico, al estar todos estos activos muy sobrevendidos tras tres meses de fuertes recortes, tema éste del que llevamos advirtiendo hace tiempo. Es por tanto que no estamos convencidos de que estemos ante un cambio de tendencia de las bolsas, algo que, de ser así, esperaríamos a que se confirme en las próximas semanas antes de modificar nuestra estrategia de inversión y apostar por incrementar nuestra exposición a activos de mayor riesgo.

A corto plazo este movimiento alcista en los mercados de bonos y de acciones deberá superar hoy una importante prueba, ya que esta tarde se publican en EEUU los datos de empleo no agrícola del mes de octubre. Cabe recordar que las cifras de septiembre sorprendieron al alza, provocando fuertes ventas en ambos mercados, ya que los inversores dan por hecho que lo último que quiere ver la Fed es un mercado laboral tensionado y, por ello, inflacionista. Tampoco creemos que unos datos muy por debajo de lo esperado por los analistas vayan a ser bien recibidos, al menos por los mercados de acciones, ya que ello volvería a centrar el debate en una potencial entrada en recesión de la economía estadounidense. Es por ello que lo mejor de cara a la reacción de los mercados es que las cifras que publique hoy el Departamento de Trabajo de EEUU estén en línea o sean ligeramente inferiores a lo estimado por el consenso de analistas (se espera la creación de 184.000 empleos no agrícolas netos en el mes de octubre). De ser así, creemos que la tendencia de cierre semanal de los mercados será al alza. Por el contrario, unas cifras muy por encima de lo esperado, provocarán recortes tanto en los mercados de bonos como en los de acciones, al aumentar la probabilidad de que la Fed se vea obligada a subir nuevamente las tasas de interés oficiales.

Para empezar la sesión de hoy, esperamos que las bolsas europeas abran al alza, manteniendo el buen tono de ayer y obviando la debilidad que muestran esta madrugada los futuros de los principales índices bursátiles de Wall Street, índices que están siendo lastrados por el negativo comportamiento en operaciones realizadas tras el cierre del mercado de las acciones de Apple (AAPL-US), ya que sus cifras trimestrales no han sido bien recibidas por los inversores, al mostrar las ventas en China una mayor debilidad de la esperada. Posteriormente, y como ya hemos señalado, serán las cifras de empleo estadounidenses de octubre las que determinen cómo cierran la última sesión de la semana los mercados de valores occidentales.