Los inversores deben aceptar que en un año y medio los tipos van a estar muy por encima de los niveles actuales y que la liquidez del sistema se drenará poco a poco

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J. J. Fdez- Figares ( Link Securities ) | Tras una semana intensa y muy positiva para la renta variable europea y estadounidense, los inversores afrontan una nueva semana, la cual presenta una agenda macroeconómica y empresarial liviana, y en la que la guerra de Ucrania seguirá centrando gran parte de su atención. Cabe destacar que en las últimas semanas los principales índices europeos y estadounidenses han recuperado una parte sustancial de lo que cedieron tras el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, en un movimiento que, en nuestra opinión, ha tenido más de técnico que de fundamental, dado el elevado nivel de sobreventa que había alcanzado el mercado en su conjunto, y en el que, entre otros factores, el fuerte recorte del precio del crudo desde sus recientes máximos multianuales ha sido determinante. 

Decir, además, que los inversores ya saben de primera mano, tras las reuniones que han celebrado en las últimas dos semanas los comités de política monetaria de los tres principales bancos centrales occidentales: la Reserva Federal (Fed), el BCE y el Banco de Inglaterra (BoE), que estas instituciones están decididas a luchar con todo el arsenal del que disponen contra la alta inflación. Por tanto, los inversores deberán “cambiar el chip” y aceptar que en cuestión de un año y medio los tipos de interés van a situarse sensiblemente por encima de los niveles actuales y que la liquidez del sistema va a ser drenada poco a poco. Todo ello en un escenario macroeconómico cambiante y muy complejo, que puede terminar siendo muy penalizado por los efectos derivados de la guerra de Ucrania y de las sanciones que las potencias occidentales han aplicado a Rusia tras la invasión. Por tanto, esperamos que tanto los estrategas como los analistas y, por ello, el mercado en su conjunto, se vayan poco a poco adaptando a este nuevo escenario, lo que conllevará importantes revisiones de las expectativas de resultados, revisiones que afectarán a sectores enteros y que terminarán por determinar los valores que saldrán “vencedores” y los que lo harán como “perdedores”, algo que será determinante a la hora de que los inversores definan sus estrategias. 

En este sentido, cabe señalar que la “duración” del conflicto y, por tanto, de las sanciones, será la variable más relevante para poder determinar el daño que a la economía global puede terminar haciendo la guerra de Ucrania. De momento, todo apunta que ésta se ha estancado en el campo de batalla, en el que Rusia se está viendo incapaz de alcanzar su objetivo inicial de controlar el país en un corto espacio de tiempo, por lo que parece dispuesta a aplicar un plan B, consistente en consolidar las posiciones que controla con el objeto de fortalecer su posición de cara a las negociaciones de paz, conversaciones que también parece que se han enquistado, con ambas partes acusándose mutuamente de exigir concesiones inaceptables a la otra. 

Por tanto, y en el corto plazo, seguirán siendo las noticias que lleguen desde Ucrania las que moverán los mercados, para bien, si las negociaciones de paz avanzan, o para mal, si no lo hacen. Una buena referencia que cómo saber qué es lo que piensan los mercados del avance de las mismas será, como viene siendo hasta ahora, el comportamiento del precio del crudo. El hecho de que hoy continúe recuperando terreno no son, por tanto, buenas noticias. 

Por lo demás, señalar que en la agenda macro de la semana destaca principalmente la publicación el jueves en las principales economías europeas -Eurozona, Alemania, Francia y Reino Unido- y en EEUU de las lecturas preliminares del mes de marzo de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los conocidos índices PMIs. Estos indicadores servirán para que los inversores puedan hacerse una idea del impacto que, al menos hasta el momento, está teniendo la guerra de Ucrania, impacto que entendemos va a ser mayor en la Eurozona por motivos de proximidad y por la mayor interrelación de estas economías y de sus empresas con Rusia. Por tanto, habrá que estar muy atentos a lo que señalen estos índices ya que, cualquier indicación de que “el daño” está siendo incluso mayor de lo esperado, podría ser negativamente recogido por los activos de riesgo de la región, principalmente por la renta variable. 

HOY, para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran entre planas y ligeramente a la baja, con algunos inversores, los más cortoplacistas, aprovechando las recientes alzas de muchos valores para realizar algunas plusvalías. El hecho de que el precio del crudo esté subiendo con fuerza esta madrugada creemos que ejercerá como lastre para estos mercados. Habrá, también, que seguir muy de cerca la evolución de los futuros de los índices de Wall Street, los cuales han venido siendo una buena referencia para los inversores en Europa desde el inicio del conflicto de Ucrania.