Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión que fue de menos a más, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron ayer con significativos avances, muy cerca de sus niveles más altos del día, con muchos de ellos marcando nuevos máximos anuales e, incluso, nuevos máximos históricos. Detrás de este buen comportamiento de la renta variable, que también se extendió a la renta fija, estuvo el hecho de que los inversores dan por hecho que, si la inflación continúa desacelerándose en los próximos meses, los principales bancos centrales occidentales, concretamente la Reserva Federal (Fed) y el BCE, comenzarán a bajar sus tasas de interés de referencia en junio.
Si bien este escenario es el que actualmente contemplan los mercados, el hecho de que tanto el presidente de la Fed, Jerome Powell, en su comparecencia bianual ante los comités financieros de ambas cámaras del Congreso, y la presidenta del BCE, en la rueda de prensa posterior a la reunión que celebró ayer el Consejo de Gobierno del organismo, reunión sobre la que luego profundizaremos, “abrieran la puerta” a un potencial inicio del proceso de reducción de tasas oficiales en sus reuniones de política monetaria de junio fue muy bien recibido por los inversores. No obstante, ambos insistieron en ligar esta posibilidad a que los datos macroeconómicos entrantes “acompañen”, especialmente los correspondientes a la inflación subyacente -excluye los componentes de precios más volátiles, como son los de los alimentos frescos y los de la energía-, que es la que se está mostrando más resistente a bajar.
Fue ayer precisamente la reunión del Consejo de Gobierno del BCE la que monopolizó la atención de los inversores, sobre todo en los mercados financieros europeos. Tal y como esperábamos y como habían proyectado la mayoría de los analistas, el BCE mantuvo sin cambios sus principales tasas de interés de referencia. También cumplió con las expectativas al revisar a la baja sus estimaciones de inflación y de crecimiento económico para 2024. Los mercados, especialmente los de bonos, reaccionaron muy positivamente al “querer” ver los inversores en esta rebaja en las expectativas de inflación la antesala del inicio del proceso de rebajas de tipos por parte del BCE. No obstante, la institución ligó, como ya hemos señalado, el mismo a la evolución de la inflación subyacente, para la que sigue esperando que se sitúe en 2024 muy por encima de su objetivo del 2%. Posteriormente, y en rueda de prensa, Lagarde dijo que la situación macroeconómica de la Eurozona será clave para definir cuando llegarán los recortes de tipos oficiales y que la decisión sobre los tipos de interés había sido unánime. Además, y esto gustó a los inversores, Lagarde se mostró optimista con los objetivos de la institución, al afirmar que la inflación sigue su tendencia a la baja y llegará al objetivo establecido. En ese sentido, señaló que el crecimiento de los salarios ha empezado a moderarse y que los datos económicos apuntan a un repunte gradual del PIB a lo largo de 2024, pero que la economía de la región sigue débil y que los riesgos continúan siendo a la baja.
Cabe destacar que ni la Fed, a través de su presidente, ni el BCE, tras la reunión del Consejo de Gobierno, han aportado novedades, por lo que el escenario que venimos defendiendo desde hace semanas, que es el de que ambos bancos centrales comiencen a reducir sus tasas en junio y que lo hagan en tres o cuatro veces en 2024, creemos que sigue vigente. La positiva reacción de los mercados, tanto de bonos como de acciones, se entiende, ya que, tras haberse visto forzados recientemente a rebajar sus expectativas en lo que a los tipos de interés oficiales hace referencia, retrasando el inicio del proceso de reducción de los mismos y el importe en el que bajarán, lo dicho estos últimos días por la Fed y por el BCE concuerda con el escenario que contemplan actualmente la mayoría de los inversores.
Hoy esperamos que las bolsas europeas mantengan el buen tono cuando abran esta mañana, siguiendo la estela dejada ayer por Wall Street y esta madrugada por las principales plazas asiáticas, en las que los valores tecnológicos han vuelto a destacar, animados por las renovadas expectativas de bajadas de los tipos de interés oficiales en las principales economías occidentales. Por lo demás, señalar que en la agenda macroeconómica del día destaca la publicación en la Eurozona de la lectura final del PIB del 4T2023, que debe confirmar que esta economía ha sido, de momento, capaz de evitar la entrada en recesión técnica -dos trimestres consecutivos de contracción intertrimestral-, y por la tarde, y en Estados Unidos, del informe de empleo no agrícola del mes de febrero. Se espera que esta economía haya continuado creando empleo en el citado mes a buen ritmo -se estima que haya generado 200.000 empleos netos en el mes y que la tasa de desempleo se haya mantenido estable en el 3,7%-, pero no a un ritmo excesivo que pueda provocar que la Fed se repiense comenzar a bajar sus tasas de referencia. Cualquier desviación sustancial sobre lo esperado por los analistas podría “mover” los mercados esta tarde, creemos que en ambos casos para “mal”, y determinar así la tendencia de cierre semanal de los mismos.
Para finalizar, decir que el dólar sigue cediendo algo de terreno, lo que favorece el comportamiento de los precios de las materias primas y de las empresas productoras de las mismas, que los precios de los bonos se muestran estables y que el precio del crudo se recupera del ligero descenso que experimentó durante la sesión de ayer.