Recesión suave en Estados Unidos este año

Made in USA

Santander Corporate & Investment | Es uno de los primeros titulares que nos dejan las actas del FOMC de anoche. Miembros del staff de la Fed pasan de asignar una probabilidad cercana al 50%, a pronosticar ahora una leve recesión.

Con la Fed acercándose además al final del ciclo, no es ninguna sorpresa que comiencen a aparecer algunas voces discordantes, lo que abre la mano a nuevos episodios de volatilidad que no han favorecido al mercado de crédito (correlación MOVE/Main del 85% en 2022). Mary Daly (sin voto este año) ayer afirmaba que hay buenas razones tanto para seguir subiendo tipos pero también para no hacerlo ante la posibilidad de que la economía ahora se ralentice “sin más ajustes en política monetaria”. Comentario que llega un día después de que Austan Goolsbee (con voto) sugiriera “prudencia y paciencia”. Lo cierto es que las actas revelan un temor que se extiende: “es probable que los recientes eventos deriven en unas condiciones de crédito más duras para hogares y empresas, y que pesen en la actividad económica, contrataciones e inflación”.

Con todo, de momento nuestros economistas le dan más importancia a otra frase de las actas y apuntan por una última subida de 25pb en mayo y estabilidad hasta final de año: «al observar la persistencia de una inflación demasiado elevada y un mercado de trabajo que sigue tensionado, los participantes estimaron que podría ser apropiado un endurecimiento adicional de la política monetaria”. En definitiva, curvas todavía para unos mercados de crédito que tendrán que enfrentarse a una mayor probabilidad de recesión/ralentización económica este año y a más subidas de tipos, tanto por parte de la Fed, como del BCE (los €STR forwards ya vuelven a descontar 75pb hasta septiembre). Y a una inflación que, aún reculando en Estados Unidos, sigue mostrando una foto de tensión a nivel subyacente. Según nuestros economistas, la inflación en bienes seguirá cayendo y desacelerándose pero la de servicios sigue lejos de haber comenzado a ajustarse con rotundidad. Y con la demanda aún muy robusta en algunos mercados como el inmobiliario, donde el ajuste está aún por llegar. Y creen que hará falta un deterioro adicional en la demanda final para que algunos de estos segmentos se ajusten.