Los fondos del mercado monetario registraban las mayores salidas de fondos semanales de la historia: $108.900 millones

Ana Racionero (Intermoney) | Powell no defraudaba en su discurso de ayer, ya que, como estaba previsto, aludía al endurecimiento de las condiciones financieras provocadas por los altos rendimientos y decía que el banco central debería actuar con cautela, lo que daba lugar a abandonar por completo la posibilidad de una subida de tipos en la próxima reunión de la FED y a un descenso de las rentabilidades de la parte frontal de la curva, mientras que las de la parte larga continuaban alcanzando máximos de muchos años, lo que favorecía un mayor empinamiento de ésta. El diferencial 2s10s, a pesar de que sigue invertido, lo está ya de tan sólo 16.5 bp, la menor diferencia desde septiembre de 2022, después de haber llegado a estar invertido de más de un punto porcentual a principios de este año, momento en el que se esperaba que las subidas de tipos provocaran una recesión. Sin embargo, la economía americana se ha mostrado mucho más resistente de lo que inicialmente se podía prever, por lo que las expectativas actuales son de tipos altos durante un largo periodo de tiempo.

A esto hay que añadir la creciente preocupación respecto de la política fiscal y presupuestaria estadounidense y el aumento de sus emisiones de deuda, que están provocando un incremento de la prima de plazo. Pero ni tan siquiera el discurso “dovish” de Powell conseguía paliar las caídas de las bolsas fruto de la tensión geopolítica derivada del conflicto palestino-israelí, que ayer se recrudecía con los ataques con drones a una base estadounidense en Siria y con la intercepción por parte de un destructor estadounidense de misiles de crucero disparados desde Yemen. Esto hacía que el petróleo retomara la senda alcista a pesar del levantamiento de las sanciones a Venezuela. El descenso de los rendimientos en el corto plazo hacía ceder terreno al USD frente a otras divisas, especialmente frente al euro.

XI Jinping, en su primera intervención pública desde el comienzo del conflicto en Oriente Medio, pedía un alto el fuego inmediato en Gaza. El POBC mantenía los tipos de referencia de los préstamos a uno y cinco años sin cambios, pero ofrecía una inyección récord de liquidez de 733000 millones de yuanes. Las bolsas chinas ya han perdido todas las ganancias obtenidas durante el enorme “rally” que se produjo con motivo de la reapertura. El sindicato mayoritario japonés exigía mayores aumentos salariales para el año próximo, lo que podría acelerar el avance del BOJ hacia la normalización. El IPC nipón, con un descenso en septiembre al 3% de la general y al 2.8% de la subyacente, prácticamente igualaba las previsiones.

Hoy en Europa nos encontrábamos ante otra jornada de escasos datos macro. Los precios de producción alemanes retrocedían en septiembre por encima de las previsiones con un -0.2% mensual y un -14.7% interanual. Las ventas minoristas francesas caían un -4.3% interanual. Italia, con el mercado europeo ya cerrado, se enfrenta a una revisión de su rating por parte de S&P. La bajada de las rentabilidades de los bonos estrechaba las primas de riesgo.

En el Reino Unido, la confianza del consumidor Gfk caía a -30 desde -21 en la que era su mayor descenso desde el comienzo de la epidemia de COVID. Las ventas minoristas cedían en septiembre un -0.9% mensual y -1.0% interanual, superando el -0.4% y el -0.2% estimados. El gobernador del BOE, Andrew Bailey, expresaba en una entrevista su preocupación por el crecimiento de los salarios, que calificaba de incompatible con su objetivo de inflación del 2%.

En E.E. U.U., a falta de datos macro, Bloomberg publicaba una encuesta económica en la que los analistas encuestados aumentaban las previsiones de crecimiento para el país por la fortaleza del consumo y reducían las probabilidades de recesión, por lo que apuestan por tipos más altos durante más tiempo.

El WTI pasaba de los 90 USD por barril, y el gas natural europeo reanudaba igualmente las subidas por el conflicto y la llegada del tiempo invernal.

Según BofA, los fondos del mercado monetario registraban las mayores salidas de fondos semanales de la historia, con una retirada de efectivo de 108900 millones de USD, sin que por ello saliera beneficiada la renta variable, que a su vez vivía su segunda semana consecutiva de 5200 millones de USD, rompiendo la clásica correlación inversa de la renta fija y la renta variable.