Será muy difícil evitar una recesión

Álvaro Antón (abrdn) | La renta variable está escogiendo los aspectos de las perspectivas macroeconómicas que justifican una postura alcista. En Europa, la persistencia de unos datos económicos que superan las expectativas se interpreta como un motivo para impulsar la renta variable al alza, sin tener en cuenta la presión que esto ejerce sobre el BCE para que endurezca su política de forma más agresiva. Una vez más, determinados sectores del universo inversor se convencen a sí mismos de que el BCE puede endurecer agresivamente su política sin que ello apenas repercuta negativamente en la economía, algo que la historia dice que es muy difícil, incluso en épocas en las que el apalancamiento sistémico no es ni de lejos tan elevado como en la actualidad.

La renta variable en el mercado norteamericano se ha visto impulsada por la realidad contraria: las tensiones bancarias y los datos económicos titubeantes han provocado un descenso de los rendimientos conforme la Reserva Federal se acerca al final de su ciclo de endurecimiento. Esta circunstancia se considera igualmente una justificación para comprar activos cíclicos como la renta variable. Es muy difícil para los mercados justificar los precios de la renta variable y la renta fija a ambos lados del Atlántico, pero la realidad es que la liquidez de los bancos centrales puede estar influyendo una vez más.

En respuesta a los problemas bancarios que vimos surgir en marzo, especialmente en Estados Unidos, el balance de la Reserva Federal ha crecido sustancialmente en el último mes. El BCE apenas ha reducido su balance y el Banco de Japón sigue comprando bonos como si su vida dependiera de ello, por lo que la provisión de liquidez por parte de los bancos centrales ha sido enorme en el último mes. Hacerlo mientras afirman a viva voz estar luchando contra la inflación crea una tensión incómoda.

Para expresar su visión macroeconómica, la mayoría de los inversores recurren a la rotación sectorial en lugar de a una disminución general del riesgo de la renta variable. Los que esperan una caída de los rendimientos prefieren los sectores defensivos y los valores sustitutivos de la duración, como las grandes empresas tecnológicas. Los que esperan un aterrizaje suave prefieren los sectores cíclicos. Los que buscan gangas pueden ver atractivo en el sector financiero. En realidad, la mayoría de los sectores parecen muy caros si se comparan con el probable panorama económico del próximo año, en el que será muy difícil evitar una recesión.