La vuelta a una mayor ‘ortodoxia’ monetaria es bien recibida por unos inversores que comienzan a ver en la inflación un problema

BCE Sede

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Si en principio la intención manifestada por los principales bancos centrales occidentales de comenzar a retirar parte de sus estímulos monetarios fue bien recibida por los inversores, el giro bajista que experimentaron las bolsas estadounidenses en la tarde de ayer abre muchas incógnitas sobre el devenir de los mercados de renta variable en el corto plazo. Así, la vuelta a una mayor “ortodoxia” monetaria protagonizada por la Reserva Federal (Fed) el martes y, ayer, tanto por el Banco de Inglaterra (BoE), que subió sus tasas de interés de referencia por sorpresa, como por el BCE, que dio a conocer cómo llevará a cabo el proceso de reducción de sus compras de bonos en los mercados secundarios, fue aparentemente bien recibida por unos inversores que comienzan a ver en la alta inflación un serio problema a medio/largo plazo para las principales economías del mundo. 

Esta “buena acogida” permitió ayer, como ya ocurriera en la sesión precedente en Wall Street, que los principales índices bursátiles europeos cerraran con importantes avances, liderados por los valores que en teoría mejor se deben comportar en un escenario de crecimiento económico, elevada inflación y tipos de interés al alza: los industriales, especialmente los ligados a las materias primas minerales y los de la industria del automóvil, los de la energía y los del sector financiero, concretamente los bancos y las compañía de aseguradoras. Los bonos, por su parte, tuvieron un mal día, como era de prever, lo que provocó el repunte de sus rendimientos, repunte que fue superior en los bonos de los países de la “periferia del euro”, España incluida, cuyas primas de riesgo también subieron con fuerza. 

Sin embargo, esta positiva actitud por parte de los inversores cambió drásticamente por la tarde en Wall Street. Este mercado, que había abierto la jornada de ayer ligeramente al alza fue, poco a poco, perdiendo fuerza, hasta entrar todos sus principales índices en terreno negativo, lastrados por las fuertes caídas que experimentaron los valores catalogados como de crecimiento, especialmente los de los sectores tecnológicos y de consumo discrecional. Este tipo de compañías, cuyo mayor atractivo son las fuertes expectativas de crecimiento de resultados que ofrecen, ven penalizadas sus valoraciones si los tipos de interés a largo plazo repuntan, algo que debería haber pasado ayer en el mercado estadounidense para justificar el castigo que recibieron las cotizaciones de estas empresas por parte de los inversores. Sin embargo, y esto es lo más llamativo y contradictorio a la vez, los rendimientos de los bonos del Tesoro descendieron con fuerza, especialmente los de los tramos más cortos de la curva, lo que provocó, además, que ésta incrementara su inclinación. Este último hecho favoreció ayer en estas bolsas el comportamiento del sector bancario, ya que estas entidades piden prestado a corto plazo y prestan a largo, por lo que una mayor inclinación de la curva de tipos tiene un impacto directo en sus márgenes de negocio. Entendemos, por tanto, que el comportamiento de los inversores ayer en Wall Street fue una mezcla de una apuesta por las compañías que más se benefician de un escenario de elevada inflación, por parte de algunos inversores, y de una huida precipitada del riesgo, por parte de otros. Veremos a ver cuál de estas dos tendencias se impone en los próximos días. 

Hoy, para empezar, esperamos que los principales índices bursátiles europeos abran a la baja, lastrados por los valores de crecimiento, especialmente por los del sector de la tecnología, mientras que los de corte más cíclico, a pesar de que esperamos que lo hagan algo mejor, creemos que también serán incapaces de mantener el buen tono de ayer. Posteriormente, será la tendencia que adopte Wall Street cuando abra esta tarde la que determinará el signo del cierre semanal de las bolsas europeas. No obstante, el hecho de que hoy sea día de cuádruple vencimiento de los contratos de derivados sobre acciones e índices generará mucha volatilidad en los mercados de contado, siendo complicado poder sacar conclusiones válidas sobre el estado real de los mismos. 

Por último, y en lo que a la agenda macro del día hace referencia, destacaríamos la publicación hoy en Alemania de los índices que elabora el instituto IFO y que miden el clima empresarial en el país, índices que esperamos muestren un nuevo deterioro en sus lecturas de diciembre con relación a las del mes precedente. Como ya pudimos observar ayer con la publicación de los índices adelantados de actividad sectoriales de diciembre de Alemania, los PMIs, la actividad en el sector servicios se contrajo con respecto al mes de noviembre, consecuencia principalmente de las restricciones impuestas por las autoridades para intentar combatir la última ola de la pandemia. Entendemos que este hecho se debería reflejar hoy a en los mencionados índices IFO, tanto en el que mide la percepción que tienen las empresas de la situación actual, como en el que valora sus expectativas. Unas lecturas muy inferiores a las esperadas por los analistas podrían acentuar las caídas en las bolsas europeas.