Iñigo Vega (Jefferies) | La oferta ajustada realizada por BBVA a SAB, que incluye el nuevo componente en efectivo añadido, no es una sorpresa, ya que está bien alineada con los términos de ajuste descritos en la oferta inicial. Notamos que un retraso en la línea de tiempo del acuerdo aumentaría mecánicamente la proporción de efectivo de la oferta, lo que tendría que reflejar todas las distribuciones de capital futuras anunciadas por BBVA. El martes, BBVA publicó una oferta ajustada para los accionistas de Sabadell (ver aquí). Esto no es más que un ajuste técnico, como se describe en los términos de la oferta inicial fechada el 24 de mayo de 2024. En consecuencia, a partir del 10 de octubre de 2024 (fecha de pago interino de BBVA), la oferta se ajusta a 1 acción nueva emitida de BBVA y 0.29 EUR en efectivo por cada 5.0196 acciones ordinarias de Sabadell (en comparación con 1 acción nueva emitida de BBVA por cada 4.83 acciones ordinarias de Sabadell anteriormente). Notamos que algunos artículos en la prensa local han etiquetado el nuevo componente en efectivo como un ‘incentivo’ para los accionistas de Sabadell. Sin embargo, esto no debería haber sido una sorpresa, y está exactamente en línea con los términos de ajuste descritos en la oferta inicial, que especifican que cualquier distribución realizada por Sabadell se ajustará a través de la relación de intercambio de acciones, mientras que cualquier distribución realizada por BBVA se ajustará a través de un componente en efectivo, según el Anexo 1.

«La verdadera sorpresa aquí habría sido el dividendo a cuenta de 0.29 EUR por 1H anunciado por BBVA, que superó las expectativas del mercado de 0.22 EUR. Creemos que parte de este resultado se explica por la decisión de BBVA de sustituir temporalmente las recompras por dividendos (recompras en espera mientras se lleva a cabo el acuerdo con SAB). Con la política de pago del año fiscal de 40-50% mantenida, esto sugiere que el dividendo interino de 1H fue en cierta medida una anticipación de las distribuciones totales para el año. También pensamos que los accionistas de Sabadell valoran recibir parte de la compensación propuesta en efectivo, como protección ante la posible volatilidad en el precio de las acciones de BBVA. La proporción en efectivo aumentaría mecánicamente aún más si el análisis del acuerdo por parte de la CNMC se lleva a la Etapa 2 (lo que probablemente vería un resultado presentado cerca de mediados de 2025), ya que las futuras distribuciones de BBVA a partir de aquí tendrían que ajustarse nuevamente a través de efectivo. También señalamos que en transacciones anteriores, como la de Intesa – UBI Banca en 2020, el postor terminó aumentando la oferta inicial al agregar un componente en efectivo durante el período de aceptación, con el fin de asegurar la finalización del acuerdo.»