Santander Corporate & Investment | Moody’s ha confirmado en Baa1 con outlook negativo la calificación de Enel (Baa1 n, BBB e, BBB+ e) y en Baa3 con outlook negativo la de los bonos híbridos. Según el comunicado de prensa de Moody’s, esta decisión refleja su «evaluación actual de las perspectivas de ENEL para recuperar su perfil financiero hasta un nivel acorde con la calificación Baa1 actual, es decir, manteniendo un ratio fondos de operaciones (FFO)/deuda neta superior al 20% y un ratio flujo de caja retenido (RCF)/deuda neta en torno al 13-14%». Si bien Moody’s prevé que Enel alcance este nivel a finales de 2024, señala la existencia de riesgos de no llegar al umbral derivados del ambicioso programa de inversiones y del importante payout de dividendos. «Conforme avance 2024, cabe esperar más claridad sobre el programa de desinversiones y avances en la ejecución de la estrategia recientemente anunciada por Enel, de la que lo anterior forma parte fundamental junto con un programa de reducción de costes, lo que aumentaría la confianza en el cumplimiento de los objetivos financieros». Moody’s también expresó sus reservas sobre la dependencia de la compañía de alianzas que aporten hasta EUR 6,1mm para financiar su plan de inversiones, lo que incrementará las fugas de flujo de caja hacia los minoritarios, así como sobre la elevada exposición a la economía italiana y a riesgos políticos y regulatorios en España y Brasil. Moody’s considera que Enel tiene una vinculación con el Estado italiano, ya que este cuenta con una participación del 23,6% en la compañía, pero la agencia no incorpora ningún escalón de mejora en la calificación porque el perfil crediticio de Italia es más débil que el de Enel.
Opinión de research: Coincidimos en gran medida con la evaluación de Moody’s (que llegó antes de lo que esperábamos) y estamos de acuerdo con el calendario previsto para que el equipo gestor de la compañía cumpla su plan estratégico, recientemente actualizado, antes de finales de 2024. También nos alegramos de que se haya demostrado que estábamos equivocados al preocuparnos por la posibilidad de que Moody’s siguiera el ejemplo de S&P y rebajara la calificación de Enel basándose en la lenta ejecución del plan de venta de activos. Prevemos que las condiciones de los mercados eléctricos y la coyuntura macroeconómica sean razonablemente estables en 2024 y permitan a Enel seguir adelante con el cumplimiento de sus compromisos estratégicos. Enel alcanzó un ratio ajustado según Moody’s de FFO/deuda neta del 13,4% en el ejercicio 2022 y estimamos que se situó en el 18,6% en 9M23, por lo que vemos factible el objetivo del 20% si se completan las desinversiones y se producen las mejoras de eficiencia prometidas por Enel. Además, vemos a Enel como uno de los líderes de la transición energética. Por todo lo anterior, reiteramos nuestra recomendación de Sobreponderar y prevemos que las curvas de crédito senior y subordinado de la compañía registren estrechamientos tras la noticia.