Natixis CIB | A falta de unos días para conocer el dato de inflación de marzo y con las miras puestas en la próxima reunión del BCE en abril, Natixis CIB ha elaborado el informe ‘Eurozona: ¿bastará la ralentización de la inflación para que el BCE siga bajando los tipos?’, donde analiza la evolución de la inflación, qué dirección tomará en marzo y abril y los factores que más han influido en los precios al consumo en la zona euro.
Según se desprende del informe, elaborado por el equipo de análisis liderado por el español Jesús Castillo, Natixis CIB espera que la inflación de la zona euro siga bajando en marzo, hasta el 2,3% desde el 2,4% de febrero. Pero, ¿será suficiente para que el BCE reduzca sus tipos en abril? “Más allá de la solitaria lectura de marzo, y tras tener en cuenta nuestras nuevas hipótesis sobre los precios del crudo y la reciente apreciación del euro, esto nos ha llevado a revisar a la baja nuestras previsiones de inflación, hasta el 2% para 2025 y el 1,6% para 2026, muy por debajo de las previsiones de marzo del Eurosistema (2,3% para 2025 y 1,9% para 2026)”, se lee en el artículo.
Para Natixis CIB, aparte de la inflación, los datos más importantes para el BCE serán la evolución de la guerra comercial con Estados Unidos (riesgo a la baja para la actividad, susceptible de dar lugar a nuevos recortes de tipos) y el plan de estímulo fiscal de Alemania con gastos en infraestructuras y defensa (que podría llevar a algunos miembros del Consejo de Gobierno de línea dura a pecar de cautelosos dado el impacto inflacionista, que sin embargo parece limitado hasta 2026-2027). En este sentido, el análisis apunta a dos recortes de 25 puntos básicos en abril y junio de este año, situando el tipo de depósito en el 2% en junio.
Pero, para anticipar la dirección que tomará la inflación en abril, Natixis CIB ha analizado los factores que más han influido en los precios al consumo en la zona euro. Son estos:
Los precios de la energía, que siguen siendo el factor más influyente a corto plazo, ya que el componente energético del índice de precios al consumo representa el 9,4% en el caso del IPCA, del que aproximadamente la mitad se explica por los precios del petróleo crudo y el resto por los precios de la electricidad (3%) y el gas (1,7%). En las últimas semanas (aunque ha habido, inevitablemente, cierta volatilidad), los precios del petróleo han caído y los del gas han seguido bajando ligeramente, lo que sugiere que la contribución del componente energético a la inflación en marzo será incluso ligeramente negativa.
Por otro lado, los precios de los bienes representan alrededor del 25% del IPCA. Las encuestas muestran que los plazos de entrega han vuelto prácticamente a los niveles anteriores a 2020.
En cuanto a la energía, la inflación de los servicios ha sido la principal fuente de inflación y, por tanto, un motivo de preocupación para el BCE. La inflación de los servicios se ha mantenido prácticamente estable desde finales de 2023, en torno al 4%. ¿Se mantendrá el descenso de 0,4 puntos porcentuales de febrero (hasta el 3,7% interanual)?
Para finalizar, el informe analiza qué nos dicen las previsiones de inflación, destacando que de acuerdo con las proyecciones elaboradas por el personal del BCE encargado de la demanda del Eurosistema, se espera que la inflación general se sitúe en el 2,3% en 2025, para luego descender hasta alrededor o ligeramente por debajo del 2% en 2026 y 2027.