Las exportaciones chinas cayeron un 10% interanual mostrando la debilidad de la economía mundial

Christoph Siepmann (Generali Investments) | Tras su mal preparado giro de 180 grados sobre la política de cero covid, Pekín ha dejado de publicar nuevas cifras de contagios. Los datos disponibles sugieren que pudo haber una fuerte oleada en noviembre/diciembre en las ciudades, que probablemente ya haya remitido. Sin embargo, la temporada de viajes por el Año Nuevo chino (del 22 de enero al 7 de febrero) puede propagar el virus por las zonas rurales, lo que podría dar lugar a una segunda oleada en medio de un creciente número de muertes. La experiencia de otros países asiáticos sugiere que un nuevo brote de covid suele durar unos tres meses, por lo que podría producirse un repunte a partir de mediados del primer trimestre de 2023. Es probable que la temporada de vacaciones tenga ya un impacto positivo en los desembolsos privados del primer trimestre del año.

Las cifras del PIB chino del cuarto trimestre de 2022 sorprendieron al alza, pero fueron ampliamente comentadas por estar en desacuerdo con los índices PMI y los datos de movilidad. En concreto, se informó de un crecimiento intertrimestral (sorprendentemente alto) del 0%, lo que se traduce en una tasa de crecimiento interanual del 2,9% y un crecimiento del PIB para todo el año 2022 del 3%. Junto a estas cifras del PIB, los datos de diciembre mostraron un nuevo descenso de las ventas minoristas, aunque menos acusado que antes. La producción industrial también fue más débil, al igual que el conjunto de las inversiones. El sector inmobiliario siguió contrayéndose, aunque las cifras también fueron menos negativas que antes. Las exportaciones cayeron cerca de un 10% interanual, mostrando el enfriamiento de la economía mundial. Desde el punto de vista monetario, la inflación medida por el IPC aumentó ligeramente hasta el 1,8% interanual, mientras que la inflación subyacente se mantuvo baja, en el 0,7% interanual. El impulso monetario volvió a ser marginalmente contractivo.

Es de esperar un fuerte rebote

De cara al futuro, la elevada referencia del cuarto trimestre plantea problemas numéricos para la estimación del PIB de 2023. Básicamente, esperamos que la actividad del primer trimestre ya mejore en comparación con el último trimestre de 2022, no sólo debido a los gastos de viaje. En el segundo trimestre de este año, es probable que la producción y el consumo no sólo vuelvan a la normalidad, sino que se «superen», ya que el ahorro acumulado durante el covid deja margen para una demanda contenida. Sin embargo, esto no tendrá la extensión de los países occidentales, ya que China se abstuvo de realizar mayores transferencias fiscales. El crecimiento en el segundo trimestre se beneficiará además de la debilidad de la base (cierre de Shanghái en el segundo trimestre de 2022, PIB del 0,7% interanual), por lo que se prevé que se sitúe en el lado fuerte. Sin embargo, la experiencia de otros países también sugiere que el repunte irá acompañado de cierta aceleración de la inflación medida por el IPC. También prevemos que el sector inmobiliario se recupere sucesivamente en los próximos trimestres gracias al apoyo del Gobierno y a un mejor acceso a la financiación. En conjunto, esperamos un crecimiento del PIB del 5,7% (5,1% antes) y una inflación medida por el IPC del 2,5% en 2023.