Y mañana vengan bien desayunados

Ana Racionero (Intermoney) | El empeoramiento del ánimo inversor, que arrancaba en paralelo con la semana, continuaba a lo largo de la jornada americana de ayer, con caídas de bolsa y un mayor aplanamiento de la curva. Con el mercado europeo ya cerrado, continuaban sucediéndose las declaraciones de miembros del BCE, que, a falta de datos macro de envergadura, han estado centrando la atención en el viejo continente. Simkus afirmaba que no le sorprendería que el banco central suba los tipos en septiembre, y Villeroy, que la mayoría de la senda de subidas de tipos estaría completada y que la duración del tipo terminal sería más importante que su nivel. Los Gilts subían a medida que los inversores se iban poniendo largos a la espera del dato de inflación, arrastrando consigo al resto de bonos europeos. El USD también ascendía por tercer día consecutivo a la espera de la comparecencia semestral de Powell ante el Congreso, en previsión de que el discurso del presidente de la Reserva Federal mantuviera un línea dura, puesto que, además de dirigirse a los legisladores, era previsible que estuviera en su intención aprovechar la ocasión para dar un mensaje a unos mercados que se empeñan en mantenerse alejados de las previsiones del banco central. De hecho, con una mediana de la gráfica de puntos más reciente al 5.6%, la rentabilidad del UST se encuentra al 4.72%, muy por debajo del 5.08% de mayo, con una mediana del 5.1%.

A primera hora de la mañana conocíamos el tan esperado IPC británico, que en mayo superaba todas las previsiones; en categoría intermensual, subía un 0.7% respecto de abril vs 0.5% de las encuestas; en interanual, se mantenía al 8.7% vs 8.4%. Por último, la subyacente se elevaba al 7.1% vs 6.8%. Del mismo modo, la tasa de inflación del índice de precios minoristas en el Reino Unido superaba las previsiones, con un 0.7% intermensual y un 11.3% interanual, en dos y una décima, respectivamente. Las malas cifras de inflación, que no parece terminar de sucumbir después de 12 subidas de tipos consecutivas, aumentaban las apuestas de endurecimiento por parte del mercado monetario, lastrando a los bonos, y la curva de Gilts 2s10s alcanzaba su mayor inversión desde el año 2000 en previsión de que unos tipos más altos terminen por desencadenar una recesión. Los mercados monetarios se encuentran divididos entre 25 y 50 pb de subida mañana, pero suman 75 pb de aumento de aquí a agosto, por lo que descuentan que una de las dos subidas sea de medio punto. A pesar de las perspectivas de unos tipos más altos en el Reino Unido, la esterlina se depreciaba, pues pesaba más en el ánimo las mayores perspectivas de recesión. Las acciones bancarias británicas van regresando a la zona de peligro a medida que los tipos aumentan.

Kazimir, el miembro eslovaco del BCE, contradecía las palabras de ayer mismo de su colega Simkus y decía que la decisión de tipos de septiembre sería de todo punto incierta en este momento, pero que, en todo caso, el banco central sólo podría hacer una pausa en las subidas en su reunión de septiembre si estuviera seguro de que la inflación subyacente está controlada. Nagel decía que el objetivo de inflación del 2% se podría conseguir, pero que aún quedaría camino; que no vería crisis de crédito; que la trasmisión de la política sería normal, y, por último, que habría que enfriar la actividad económica para rebajar la inflación. Schnabel advertía de que la inflación doméstica estaría provocada por los beneficios y los salarios, y que habría que monitorizar con mucho cuidado los riesgos de la espiral de precios salariales.

En cuanto a las bolsas, el idilio del segundo trimestre parece haber llegado definitivamente a su fin tras una sobreposición alcista, unas valoraciones elevadas y unos bancos centrales maniatados por una inflación indomable.

En cuanto a Powell, declaraba que, efectivamente harían falta tipos de interés más altos para doblegar la inflación, que las decisiones se tomarían reunión a reunión y que resultaría necesario un periodo de crecimiento por debajo de la tendencia. En relación con la reciente pausa, indicaba que la velocidad habría sido muy importante al principio del proceso, pero que ahora ya no lo sería tanto, y que tendría sentido seguir subiendo tipos, pero a un ritmo más moderado.

Mañana se reúnen el BOE, respeto del que, como decíamos, hay unanimidad acerca de que subirá tipos y, aunque hay una mayoría que descuenta una subida de 25 pb, se baraja también la posibilidad de que finalmente sean 50 pb. También deciden sobre tipos el SNB (la previsión es de una subida de 25 pb hasta situar el tipo de interés del SFR al 1.75%), el Norges Bank (hay asimismo división entre 25 y 50 pb de aumento, para dejar el tipo de la corona al 3.50% o al 3.75%), el Banco de México, el Banco Central de Filipinas y el Banco Central de la República de Turquía. De manera que, Señoras y Señores, desde aquí recomendamos que vengan bien desayunados.