Crédito: las empresas con grado de inversión son un camino a seguir

Julien Houdain y Martin Coucke (Schroders) | El volátil comienzo de año para los mercados de crédito se ha calmado un poco en los últimos meses y parece que las principales economías han logrado evitar una recesión profunda. Sin embargo, con Europa aún ajustándose a las últimas subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), la alta inflación y el bajo crecimiento siguen siendo una lucha dentro y fuera de la región.

En este contexto, parece que la volatilidad podría repuntar en la segunda parte del año. A continuación, analizamos cómo pueden posicionarse los inversores en crédito y dónde pueden encontrar fuentes de generación de rentas estables para protegerse, tanto de la inflación como de la depreciación de los precios.

Perspectivas para lo que queda de año y algunos consejos para navegar en el entorno actual

Esperamos que la economía siga ralentizándose. Parece que la recesión de los mercados desarrollados que se esperaba para la primera parte del año se ha retrasado, probablemente hasta el segundo semestre. El optimismo en torno a la reapertura china también se está desvaneciendo, ya que las últimas cifras muestran un crecimiento más débil de lo esperado.

No obstante, esperamos que la recesión sea bastante superficial. De hecho, hay señales positivas: la tasa mensual de inflación, por ejemplo, ya se ha ralentizado bastante debido a las medidas de endurecimiento cuantitativo adoptadas por los bancos centrales, y es probable que esto continúe. Puede que haya algunas subidas más en el horizonte, pero en general parece que los bancos centrales están empezando a relajarse, al menos por ahora.

El entorno actual es difícil de navegar, por lo que una cuidadosa selección de valores sigue siendo fundamental para obtener rentabilidad. Los inversores en crédito también deberían vigilar la cantidad de riesgo que asumen y la duración de su cartera para tener en cuenta la desaceleración económica y amortiguar mejor el actual entorno de tipos.

Inflación y cómo afecta al crédito

Parece que la marea está empezando a cambiar. El mercado parece estar de acuerdo, ya que prevé un descenso significativo de la inflación en los próximos 6 a 12 meses. Así pues, los tipos terminales están probablemente cerca de su máximo, al menos en Estados Unidos. Puede que en Europa se tarde un poco más, pero incluso aquí deberíamos estar cerca de los tipos terminales. Reino Unido debería seguirle poco después. Sin embargo, a pesar del cambio de tendencia de la inflación, cabe esperar que sigamos operando en un entorno de inflación y tipos de interés elevados durante más tiempo, lo que también mantendrá la volatilidad en niveles elevados. Acontecimientos como la crisis de los gilts británicos y, más recientemente, las turbulencias en el sector bancario estadounidense son buenos ejemplos de cómo las cosas pueden cambiar muy rápidamente en el entorno actual. La agilidad es un rasgo importante, ya que los inversores deben ser capaces de reaccionar con rapidez y eficacia ante cualquier turbulencia en el mercado.

Desde el punto de vista estratégico, el entorno actual puede ser implacable con las empresas, y en los próximos meses esperamos ver un aumento de los impagos. Esto también se refleja ya en las valoraciones.

La clave es la flexibilidad

La selección activa de bonos es crucial, ya que ayuda a los inversores a evitar las trampas de los mercados volátiles. Hay que centrarse en elegir los nombres correctos y evitar las sorpresas. Actualmente existen varios escenarios sobre cómo podrían evolucionar las cosas en adelante, por lo que los inversores deben estar alerta. Si la economía se toma su tiempo para ralentizarse, la inflación podría volver a subir. Esto obligaría a los bancos centrales a subir aún más los tipos de interés. Hasta ahora, la economía se ha mantenido sorprendentemente fuerte, excluyendo algunas grietas en el sector bancario, así que eso es definitivamente algo que hay que vigilar. Por eso es importante ser flexible y poder cambiar de opinión en función de lo que observemos en el mercado y de lo que nos digan los datos más recientes.

Sector bancario: perspectivas tras las quiebras en EE.UU.

Es importante separar el sector bancario estadounidense y el europeo. Los bancos estadounidenses operan en un mundo aparte y el mercado está muy fragmentado. Los bancos estadounidenses más pequeños también están mucho más expuestos al sector inmobiliario comercial que sus homólogos europeos, lo que significa que no estamos viendo la misma cantidad de salidas de depósitos en Europa que en Estados Unidos. En última instancia, fue sobre todo la falta de regulación lo que provocó la crisis bancaria estadounidense. La quiebra de Credit Suisse fue más el resultado de años de mala gestión que un problema más sistemático del propio sector bancario europeo.

Así pues, las turbulencias actuales se centran mucho más en Estados Unidos y mantenemos la cautela. Sin embargo, el sector bancario estadounidense debería ser capaz de capear el temporal bastante bien. El mercado ya se ha ampliado mucho en términos de diferenciales de crédito, aunque no ha pasado nada. En realidad, hay muchas oportunidades interesantes en este momento si se sabe dónde buscar.

Oportunidades de inversión por sectores

Teniendo en cuenta que creemos que la economía seguirá ralentizándose y que es probable que veamos más impagos en el futuro, las empresas con grado de inversión son un camino a seguir. Las empresas con calificaciones BBB y buenos fundamentales ofrecen actualmente primas decentes.

En cuanto a las diferentes temáticas, las empresas defensivas que proporcionan ingresos estables a pesar de la volatilidad del mercado deberían funcionar mejor en este entorno que sus homólogas más cíclicas. La atención debería centrarse en empresas con negocios resistentes y sostenibles con una buena capacidad para generar flujos de caja que permitan hacer frente a unos costes de financiación potencialmente más elevados. El sector inmobiliario es el que más destaca en la actualidad y probablemente sea el que ofrece una mayor oportunidad de generación de alfa, ya que los diferenciales se acercan a niveles sin precedentes. A pesar del viento en contra derivado de la subida de los tipos de interés, no se ha producido un deterioro significativo de los fundamentales, pues la indexación de los alquileres a la inflación ha compensado el impacto negativo derivado del aumento de los rendimientos. El sector logístico europeo parece especialmente interesante, ya que aún es propenso a beneficiarse de una mayor adopción del comercio electrónico. En este sentido, Europa aún tiene que ponerse al nivel de países más avanzados como Reino Unido o Estados Unidos.