¿Sin aterrizaje a la vista?

Stefan Rondorf (Allianz GI) | Imagínese que está pilotando un avión y, justo cuando llega a su destino, unas dificultades técnicas le impiden aterrizar. Esta es probablemente una descripción bastante apropiada de lo que sienten ahora mismo los banqueros centrales, sobre todo en Estados Unidos.

Si bien las subidas de tipos, la caída de los precios de la energía y la menor tensión a lo largo de las cadenas de suministro han hecho que la inflación baje, alcanzar de nuevo el objetivo del 2% está siendo todo un reto, tal y como se preveía.

Para los pilotos de la economía (también conocidos como “banqueros centrales”), la situación es bastante compleja. Sin embargo, los inversores en renta variable y en bonos high yield siguen percibiendo rentabilidades positivas e incluso han podido recoger importantes primas de riesgo desde principios de año. Todo ello se debe en buena medida al crecimiento sorprendentemente sólido de Estados Unidos. A su vez, se observan signos cada vez más claros de una mejora tímida, pero constante, de los indicadores de confianza en Europa. Es posible que los temores a un «aterrizaje brusco» de la economía estadounidense se disipen durante los próximos trimestres, sobre todo porque los informes de resultados empresariales también siguen siendo favorables.

A menos que la economía estadounidense se ralentice, a los pilotos del banco central probablemente les resultará difícil o incluso imposible reconducir la inflación hacia su objetivo del 2%. Hasta ahora, el descenso de la inflación estadounidense se ha visto impulsado en gran medida por la caída interanual de los precios de la energía y, en ocasiones, incluso de los precios de los bienes. En cambio, la inflación en los precios de la vivienda y los servicios ha vuelto a aumentar recientemente.

Esto sugiere que puede ser hora de volver a pisar el freno. En diciembre, Jerome Powell, el «Piloto al Mando» de la Reserva Federal (Fed), indicó que quizá se podría logar un «aterrizaje suave». Sin embargo, en las últimas semanas, los mensajes desde la “cabina de control” se han vuelto más prudentes. Esto hace pensar que la Fed ha entrado en modo “vuelo visual” (VFR, por sus siglas en inglés), es decir, que está adoptando un enfoque más cauteloso en su política económica.

El mercado monetario de Estados Unidos ha reaccionado en consecuencia. A mediados de enero, los inversores esperaban alrededor de seis recortes de tipos de 25 puntos básicos cada uno, pero ahora anticipan solo tres.

En resumen, un escenario de «sin aterrizaje» se ha vuelto más realista.

Aun así, mientras el crecimiento supere las previsiones, es probable que los mercados financieros resistan. De hecho, numerosos índices han alcanzado máximos históricos en las últimas semanas. Por ejemplo, el índice Nikkei de Japón ¡superó su máximo de 1989 por primera vez!, y el índice S&P 500 de Estados Unidos no solo superó el umbral de 5.000, sino que también alcanzó un nuevo máximo histórico.

Ahora bien, la evolución de los tipos y del crecimiento es menos previsible en un escenario de «no aterrizaje» que en uno de «aterrizaje suave», ya que la economía puede reactivarse de nuevo tras el aterrizaje. Pero lo más importante es que los pilotos eviten la colisión.