Tim Boole (Schroders) | La demanda de los inversores privados ha ido creciendo en los últimos años y, con ella, la oferta. Muchos de los grandes gestores de activos privados que antes sólo atendían a una base de clientes institucionales están desarrollando productos más accesibles. Analizamos cómo la tecnología y la regulación están abriendo las puertas de la inversión en activos privados.
¿Cómo está ayudando la tecnología?
La tecnología ha sido un importante catalizador en la flexibilización del acceso a los activos privados de varias maneras.
Una de ellas es el desarrollo de nuevas plataformas que permiten a los emprendedores captar capital de inversores iniciales. El concepto también se ha extendido al crédito privado, tradicionalmente de dominio exclusivo de bancos y prestamistas especializados. En el crédito privado, la democratización se conoce como «peer-to-peer lending». Los inversores privados pueden optar por conceder préstamos a particulares o empresas a cambio de una rentabilidad superior a la que se obtendría a través de las cuentas de ahorro tradicionales o los títulos de renta fija.
La tecnología también ha contribuido a reducir gran parte de los costes iniciales y la complejidad de la oferta y ha contribuido a abrir nuevos canales de distribución y comunicación.
Además, nos parece especialmente interesante la perspectiva de nuevas innovaciones que contribuyan a la apertura y acceso a los activos privados, como la «tokenización». Al poder proporcionar a los inversores un derecho de propiedad digital sobre un activo utilizando la tecnología blockchain, el coste para el inversor se reduce significativamente.
La regulación se adapta para facilitar el acceso a los activos privados
Los inversores minoristas proporcionan una fuente de capital a la economía, por lo que cada vez se hace más hincapié en la actualización de los marcos normativos para facilitar su acceso y garantizar que no se vean privados de los mayores retornos que históricamente han generado las inversiones privadas.
Por ejemplo, en Europa, la normativa europea sobre fondos de inversión a largo plazo («ELTIF») ha sido renovada y bautizada por el mercado como «ELTIF 2.0». El reglamento actualizado ofrece varias mejoras con respecto a la estructura original: una gama más amplia de activos e inversiones admisibles; requisitos más sencillos para los inversores; posibilidad de estructuras de fondos de fondos y de fondos principales de ELTIF; y mayor liquidez. El reglamento original sólo permitía los fondos cerrados, pero las nuevas normas introducen la posibilidad de reembolsos antes de que finalice el plazo fijo de vida de un fondo. Los participantes del mercado y el regulador aún están debatiendo las normas concretas de los reembolsos, pero se espera que estén finalizadas en 2024.
Evolución futura
El aumento de la asignación a los mercados privados por parte de los clientes privados parece seguro. Pero, que el ritmo siga siendo el mismo vendrá determinado por factores macroeconómicos y por la evolución del entorno normativo.
Creemos que el acceso y la liquidez seguirán evolucionando y apoyando una mayor apertura. Esto también conduce a una situación en la que la distinción entre los activos privados y los valores cotizados se hace menos pronunciada y el estatus de propiedad se convierte en un factor menos importante en la estrategia de inversión. Además, se espera que la distinción entre valores cotizados y mercados privados se desvanezca a medida que se suavicen las restricciones de liquidez y la tokenización permita un mayor nivel de negociación.