Morgan Stanley | Hoy,en principio, se presentan los detalles del plan de consolidación fiscal en Francia, mañana se presentará en la asamblea, lo que sabemos hasta ahora es que se hará a través de la reducción del gasto (6 Bn €) y subidas de impuestos (15 Bn €). Durante su discurso ante la Asamblea Nacional la semana pasada, el primer ministro Michel Barnier confirmó que déficit público debería situarse en torno al 6% del PIB este año, mostrando además su intención de devolverlo al 5% en 2025 (un primer paso del plan fiscal hacia un déficit < 3% en 2030). En su escenario base, nuestro especialista Jean Francois Ouvrad espera una reducción del déficit público de 0,7pp del PIB en 2025 (desde el 6% en 2024 al 5,3% del PIB en 2025), en línea con las normas fiscales de la UE. Ouvrad cree que esta consolidación fiscal se desplegará a través de: 1.- una reducción del gasto de 6 Bn € (sin necesidad de que el gobierno central tenga que reducir su gasto nominal; 2.- una reducción de 15 Bn € a través de subidas de impuestos concretos, que pasarán a estar en el foco del debate las próximas semanas.
El economista espera un mix de subidas impositivas a hogares y empresas siendo más probable: a.- un recargo temporal para grandes empresas, b.- un tipo más alto sobre las tarifas de electricidad de consumo minorista y, c.- un incremento del IRPF a las rentas más altas. A nivel estrategia, ante la falta de detalles sobre una potencial subida del impuesto a las grandes multinacionales, Marina Zavolock ha llevado a cabo un análisis sobre el impacto de un potencial incremento temporal de 8,5 pp en los impuestos para compañías con ingresos en más de 1 Bn €. La estratega europea espera un impacto de cerca de 2,5% y más de un 1% en los beneficios del CAC y MSCI Europa respectivamente. Además, señala que el retroceso observado hasta ahora en el CAC 40 tiene sentido si tienes en cuenta la exposición a una potencial subida temporal del impuesto. Dicho esto, a nivel valor observa diferencias notables entre la exposición al posible incremento y los movimientos de las acciones, por lo que sigue esperando volatilidad, y mantiene Francia entre las peores regiones de su modelo.