Paolo Zanghieri (Generali Investments) | En Jackson Hole, el presidente Powell señaló un giro hacia una postura más moderada en respuesta a los decepcionantes datos de empleo. Ahora parece muy probable un recorte de tipos en septiembre, seguido de otro en diciembre y dos más en el primer trimestre de 2026. Los mercados están descontando una relajación monetaria más profunda —más de tres recortes—. Sin embargo, creemos que las condiciones actuales de crecimiento y empleo no justifican una tasa de política monetaria por debajo del nivel neutral estimado por la Reserva Federal. Además, no esperamos que la administración logre reemplazar suficientes miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en el corto plazo como para cambiar significativamente la orientación de la política hacia una postura más moderada.
Se enfría la actividad en EE. UU.: señales de desaceleración y presión inflacionaria marcan el segundo semestre
La actividad en la segunda mitad del año muestra señales cada vez más claras de pérdida de impulso, después de la volatilidad provocada por los aranceles en los datos del primer semestre. En julio, el consumo se desaceleró hasta una tasa de crecimiento interanual del 2,1%, la más baja desde enero de 2024, en línea con el deterioro de la confianza del consumidor. La producción industrial y los pedidos de bienes duraderos también fueron débiles.
Sin embargo, la señal más preocupante fue el escaso crecimiento del empleo en julio: solo se crearon 73.000 puestos de trabajo, con prácticamente nula generación de empleo en el sector privado, además de revisiones significativas a la baja en los datos de los dos meses anteriores. Aunque la tasa de desempleo se mantiene baja (4,2%), esto se debe principalmente al lento crecimiento de la población activa.
Se espera que la actividad se debilite durante el tercer trimestre y registre una leve recuperación en el cuarto trimestre y en el primer semestre del próximo año, gracias a una menor incertidumbre comercial, una ligera reducción en los costes de financiación y los efectos de los recortes fiscales sobre el consumo y la inversión en capital. No obstante, los aranceles seguirán limitando el crecimiento por debajo de la tendencia: 1,7% este año y el próximo, con un desempleo que alcanzaría un máximo del 4,5% hacia mediados de 2026.
Los datos de inflación siguen siendo preocupantes. El aumento en los precios de los bienes importados ya es evidente en las estadísticas oficiales. La inflación en servicios, a pesar del menor crecimiento de los costes de la vivienda, continúa moviéndose lateralmente, aunque las presiones sobre los precios están aumentando según las últimas encuestas empresariales. Las proyecciones en tiempo real (nowcasts) sugieren que la inflación subyacente del PCE se acercará al 3% en los próximos meses y cerrará el año ligeramente por encima de ese nivel.



