Un BCE más pesimista respecto a la economía

Intermoney | Con el siguiente encuentro del BCE a la vuelta de la esquina, el jueves contábamos con las actas de la pasada reunión, las cuales nos dejaban algunas señales interesantes, aunque el consenso era en ese momento mayor del que creemos que habrá próximamente. Por ejemplo, en la reunión “se consideró prematuro que el Consejo de Gobierno discutiera una posible zona de aterrizaje para los tipos” algo en lo que recientemente la alemana Schnabel advirtió que se debía discutir de manera inmediata. Lo que sí es cierto es que, a pesar de no señalar un nivel de llegada, los funcionarios mencionaron la necesidad de una mayor cautela en cuanto al tamaño y ritmo de futuros recortes de tipos a medida que estas se acercan a ese nivel, sin dejar de tener en cuenta que “la tasa natural es una variable no observable, por lo que su utilidad práctica para guiar la política en cada reunión era cuestionable”.

Como era lógico, se apuntaba a que la política monetaria seguía siendo restrictiva, más teniendo en cuenta el anémico estado de la economía del euro. En esta línea, los riesgos para la perspectiva de crecimiento siguen inclinándose a la baja debido a “la elevada incertidumbre derivada de las tensiones geopolíticas, preocupaciones sobre la política fiscal en la eurozona y las recientes fricciones comerciales globales”. Por eso es en esta cuestión donde veíamos el mayor pesimismo de los funcionarios, y es que las proyecciones económicas del personal técnico en diciembre se tacharon como demasiado optimistas al no tener en cuenta esos aspectos. En el frente de los precios, al menos los dolores de cabeza son mucho menores, en la medida en que la inflación tanto general como subyacente habían sido recientemente inferiores a las proyecciones.

A grandes rasgos, las actas no desentonaban con lo que nos podíamos esperar, dado que era un encuentro que podíamos tildar de tranquilo. En cambio, la reunión de la semana que viene sí va a marcar el inicio de discusiones más polémicas, ya que ahora se empiezan a vislumbrar de forma más nítida las discrepancias entre el sector más hawkish con Schnabel y Nagel a la cabeza frente al sector más flexible. Además, teniendo la nueva ronda de proyecciones nos podremos hacer una idea de la interpretación del banco sobre el escenario actual y cómo eso podría influir en su hoja de ruta futura.

Como mencionamos, el quebradero de cabeza que suponen los precios cada vez es menor entre los funcionarios, y respalda esto el informe preliminar del IPC en nuestra economíaEl IPC español en febrero subió un mes a mes en cuatro décimas y dejó la lectura interanual en el +3,0%en línea con lo esperado y apenas una décima por encima de la nota final de enero. La subida se debía principalmente al incremento en los precios de la electricidad, ya que la vuelta al IVA del 21% continúa encareciendo la factura de los hogares y de hechocompensaba el efecto a la baja de los hidrocarburos cuyos, precios suben menos que en febrero del año pasado. No obstante, excluidas las partidas volátiles, era más que bien recibida la nota del IPC subyacente, que cayó en tres décimas al +2,1% a. (frente al 2,3% que esperábamos) e indica que las presiones sobre los precios de algunos servicios y bienes básicos siguen disminuyendo en España.

A medida que el proceso desinflacionario siga avanzando en la zona euro, no nos debe extrañar que esto apoye la recuperación de la actividad y del optimismo. En este sentido, en la zona euro la confianza económica repuntó en febrero, subiendo por encima de las estimaciones hasta el 96,3 pts desde el 95,3 anterior gracias a la recuperación tanto del sentimiento empresarial entre los industriales (-11,4 frente -12,7 ant.) como del consumidor (-13,6 frente -14,2 ant.). Esto coge más peso teniendo en cuenta un panorama comercial cada vez más complicado entre Europa y EEUU. La particularidad de la mejora venía de que esta vez era en las empresas de servicios veíamos un retroceso de medio punto hasta los 6,2 pts, quedándose por debajo de lo que esperaba el consenso. Pero esto a su vez nos dejó algo positivo, ya que los precios esperados cayeron en 3 pts hasta los 12,7 lo cual es una señal en la buena dirección de cara a doblegar los precios de los servicios que tan resistentes se han mostrado hasta ahora.