Ana Racionero (Intermoney) | La fortaleza de las cifras de ISM del viernes terminaba con la algarabía que había seguido al inesperado aumento de la tasa de desempleo y el descenso de los costes salariales, de manera que las compras de bonos se tornaban en ventas. Unas ventas que se intensificaban cuando se anticipaba un aumento en las emisiones corporativas con grado de inversión previstas para esta semana, y que se estimaban en unos 120000 millones de USD para este mes. El aumento de los rendimientos penalizaba a las tecnológicas, deshaciendo las ganancias del S&P. Por añadidura, Wunsch, el miembro belga del BCE, en unas declaraciones ante los medios el pasado sábado, decía que probablemente se necesitaría “un poco más” en relación con las subidas de tipos antes de llegar a una pausa, y que no esperaba que la inflación alcance el objetivo del banco central del 2% antes de 2025. De este modo, abríamos la semana con los bonos a la baja y un aumento de las rentabilidades, en un lunes con el mercado estadounidense cerrado por la festividad de “Labor Day”.
China volvía a ser hoy la protagonista y lideraba un movimiento de “apetito” por el riesgo, con fuertes avances de las bolsas por sexto día consecutivo, que estaban hoy liderados por el sector inmobiliario, ya que las ventas de viviendas en dos de sus mayores ciudades se disparaban en los últimos dos días tras la relajación de las condiciones hipotecarias, lo que se interpretaba como que las medidas de estímulo se estarían filtrando a la economía. A estas medidas venía a sumarse el anuncio por parte de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de la próxima creación de una oficina para supervisar el desarrollo de la economía privada. El volumen de las transacciones de acciones de Country Garden, la tan denostada inmobiliaria, batía récords gracias al apoyo al sector, y su precio subía un 15% hasta superar 1 $ HK por acción, lo que reducía su caída en lo que va de año a un 62%. Aún así, la compañía se enfrenta a un total de 22500000 millones de USD en intereses de bonos, dentro de un periodo de gracia que finaliza entre mañana y pasado mañana.
Las bolsas europeas seguían al alza a las asiáticas, lideradas por los sectores minero, tecnológico y de viajes, en respuesta al optimismo respecto de China y al sentimiento imperante de que la FED habría alcanzado por fin su tipo terminal, tal y como descuentan los mercados de swaps, que apenas atribuyen un 7% de posibilidades a una subida de 25 pb en septiembre, un 33% a una en noviembre, y comienzan a prever posibilidades de un recorte a partir de diciembre. Según Bloomberg, la mayoría de los fondos de renta fija, desde BlackRock a Pimco, apostarían ya por haber llegado al fin del ciclo de subidas de tipos de la Reserva Federal. En cuanto a cifras macro, Alemania publicaba un descenso del superávit de su balanza comercial, que caía en julio por encima de lo esperado. España sumaba en agosto 24800 nuevos puestos de trabajo. La confianza del inversor Sentix de la Eurozona descendía del -18.9 al -21.5, empeorando el -20.0 estimado.
Del lado del BCE, Centeno decía que existiría el riesgo de hacer más de la cuenta con los tipos. Lagarde, en una intervención en Londres, evitaba hacer declaraciones acerca de la próxima decisión sobre tipos, y se limitaba a decir que la zona euro se encontraría en un entorno de inflación demasiado elevada, y que “las acciones hablarían más alto que las palabras”; que el BCE habría subido los tipos 425 pb en tiempo récord, tan sólo doce meses, y que lograrían que la inflación regrese a tiempo al objetivo del 2% en el medio plazo. Nagel por su parte señalaba que estaría a favor de aumentar los requisitos de reservas después de que el BCE dejara de pagar por ellas a fin de abordar el exceso de liquidez. En cuanto a la reunión de tipos, también evadía cualquier declaración más allá de que la inflación seguiría demasiado alta.
El Tesoro español anunciaba su objetivo de colocación para la subasta de letras a seis meses y año de mañana, que quedaba establecido en 4000-5000 millones de euros, y para la de bonos del próximo jueves, que se fijaba en 5500-6500 millones de euros para los nominales y 250-750 millones de euros para el linker.
El BOE recortaba el tamaño de las tres últimas subastas de Gilts en el tercer trimestre.
El petróleo continúa ascendiendo, y, aunque no llegaba a pasar del entorno de los 85 USD por barril, al cierre europeo había ya alcanzado los 85.90 ante las expectativas de recortes por parte de la OPEP. El gas natural europeo, por el contrario, bajaba ante la escasa demanda y las altos reservas de gas licuado.
Mañana tendrá lugar la decisión de tipos de la RBA, que se espera los mantenga invariables al 4.10%, y se darán a conocer los PMI de servicios.