La postura prudente del BCE debería impulsar la actual corrección de los rendimientos de los bonos

Franck Dixmier (Allianz GI) | A finales de 2023, la percepción del mercado de que la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo (BCE) habían culminado la escalada de tipos de interés alimentó un repunte de la renta fija a medida que los inversores confiaban cada vez más en los inminentes recortes de los bancos centrales. En el punto más delicado de estas expectativas, a finales de diciembre, el mercado estimaba que el BCE realizaría algo más de siete recortes, cada uno de ellos de 25 puntos básicos (pb), en 2024, y los inversores situaban en un 72% la probabilidad de una primera bajada en marzo de 2024.

Desde entonces, varios miembros del BCE han defendido un calendario de recortes de tipos más largo de lo previsto con posiciones más duras del Consejo de Gobierno, como las de Robert Holzmann y Joachim Nagel, y otras más moderadas, como la del economista jefe Philip Lane. Estas repetidas advertencias han contribuido a moderar las expectativas del mercado que, sin embargo, siguen siendo elevadas: el 19 de enero se anticipaban casi seis recortes de tipos, con una probabilidad del 80% de una primera bajada en abril.

Esperamos que la reunión de política monetaria de mañana reafirme la postura prudente del BCE. Debería reiterar que sólo iniciará un ciclo de recortes de tipos cuando confíe plenamente en que la inflación volverá a su objetivo de estabilidad de precios del 2% de forma sostenible.

Pero aún no hemos llegado a ese punto:

– Tras tocar un mínimo del +2,4% interanual a finales de noviembre, los precios al consumo subieron un +2,9% en diciembre.

– La inflación subyacente aún subió un 3,4% interanual en diciembre.

Y los riesgos al alza persisten:

– Las subidas salariales se mantienen este año, tras un aumento superior al 5% en 2023 en la zona euro.

– Las tensiones geopolíticas, en particular en el Mar Rojo, y los costes adicionales derivados de los obstáculos al tráfico marítimo.

El hecho de que el BCE adopte una postura más prudente debería impulsar la actual corrección de los rendimientos de los bonos, aunque el potencial alcista de los rendimientos a largo plazo siga siendo limitado en un contexto de gran apetito inversor por ellos. Dicho interés se refleja en la fuerte demanda de nuevas emisiones de deuda a principios de año. Tras reducir nuestra exposición a la duración durante el repunte de diciembre para volver a una posición neutral respecto a los tipos en euros, estamos aprovechando cualquier debilidad del mercado para añadir duración.