Gregor MA Hirt (Allianz GI) | Las tensiones en Oriente Medio se han agravado aún más con los ataques aéreos de Estados Unidos y Reino Unido contra los rebeldes hutíes y el apoderamiento de un petrolero por parte de Irán. Creemos que el petróleo será el principal canal de transmisión del conflicto a los mercados.
Estamos atentos al riesgo de los precios del petróleo, del comercio y de la inflación. El lanzamiento de ataques aéreos por parte de EE.UU. y el Reino Unido contra militantes con base en Yemen representa una dramática escalada en el conflicto de Oriente Próximo, que dura ya tres meses. Los ataques se producen en represalia a los ataques de los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, contra buques comerciales en el Mar Rojo, que han causado semanas de interrupción en una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. El presidente estadounidense, Joe Biden, declaró que la acción militar tenía por objeto proteger el flujo del comercio internacional. Los hutíes han prometido seguir atacando el transporte marítimo en respuesta a la guerra de Israel en Gaza y el 15 de enero atacaron un carguero de propiedad estadounidense en el Golfo de Adén.
Principales conclusiones:
- El precio del petróleo subió tras los ataques aéreos de EE.UU. y el Reino Unido, y podría seguir subiendo, sobre todo en el peor de los casos si se cerrara el estrecho de Ormuz.
- Sin embargo, creemos que la evolución económica mundial será el principal motor del petróleo a corto plazo, ya que los mercados financieros siguen más preocupados por la evolución de los tipos de interés y el grado de ralentización del crecimiento en EE.UU., Europa y China.
- El desvío de buques del Mar Rojo supone un riesgo para el comercio mundial y, a medida que se alargan las cadenas de suministro y los plazos de pago, las empresas pueden necesitar más capital circulante, lo que podría aumentar la demanda de financiación del comercio.