En septiembre se generaron 288.000 empleos en EEUU y la tasa de paro bajó del 3,7% al 3,5%

Cartel feria del trabajo Estados Unidos

Link Securities | El Departamento de Trabajo publicó el viernes que la economía estadounidense creó en septiembre 263.000 empleos no agrícolas netos, lo que supone la menor cantidad en un mes desde abril de 2021. No obstante, la cifra superó a los 250.000 empleos netos que esperaban los analistas del consenso de FactSet. Además, en el mes se generaron 288.000 empleos privados, también por encima de los 280.000 proyectados por los analistas. En septiembre se produjeron aumentos de empleo notables en el sector del ocio y de la hostelería (83.000) y en el de la atención de la salud (60.000), mientras que también se registraron grandes aumentos de empleo en los servicios profesionales y empresariales (46.000) y en las manufacturas (22.000). Cabe recordar que en los 8 primeros meses del año se generaron de media 439.000 empleos no agrícolas netos. No obstante, la cifra de septiembre sigue apuntando a un mercado laboral ajustado con ganancias de empleo por encima del promedio mensual de 167.000 en la década de 2010. Al cierre del citado mes había 500.000 personas empleadas más que antes del inicio de la pandemia.

En septiembre la tasa de desempleo bajó hasta el 3,5% desde el 3,7% de agosto, tasa esta que era la esperada por los analistas. A su vez, la tasa de participación en la fuerza laboral cayó hasta el 62,3% después de subir al 62,4% en agosto (todavía muy por debajo de los máximos previos a la pandemia).

Por su parte, los ingresos medios por hora aumentaron un 0,3% en septiembre con relación a agosto, algo por debajo del 0,4% que esperaban los analistas. En tasa interanual esta variable repuntó el 5,0% (5,2% en agosto), también algo menos que el 5,1% que esperaban los analistas. Además, las horas semanales promedio se mantuvieron en septiembre sin cambios con relación a agosto en las 34,5, que era, además, lo esperado por los analistas.

Valoración: cifras algo mejores de lo esperado, que demuestran que el mercado laboral estadounidense sigue mostrándose muy sólido, lo que es un factor inflacionista, y que, por ello, no fueron bien recibidas por los inversores, provocando la caída tanto de los precios de los bonos y de las acciones como el fortalecimiento del dólar.