Michael Krautzberger (Allianz Global Investors) | Los últimos datos de la zona euro apuntan a que la actividad económica sigue perdiendo fuerza en el cuarto trimestre de 2024. Las encuestas de actividad manufacturera siguen siendo débiles, mientras que el sector servicios también muestra signos de fragilidad. La confianza de los consumidores está disminuyendo, y los datos del mercado laboral reflejan cierto deterioro, con un crecimiento del empleo que, según las encuestas, se está moderando.
En cuanto a la inflación, la tendencia de desinflación se mantiene, con el IPC general y subyacente de la zona euro situándose en el 2,3% y el 2,7% interanual, respectivamente, en noviembre. A corto plazo, los desafíos estructurales, la incertidumbre comercial y el bloqueo político en la región (a la espera de las elecciones federales en Alemania en febrero y de la negociación presupuestaria en Francia) dibujan un panorama poco alentador para las perspectivas europeas de cara a 2025.
Aunque los datos recientes de actividad no descartan un recorte de 50 puntos básicos en la reunión de diciembre ni una retirada más rápida de la postura restrictiva de la política monetaria, los comentarios recientes de algunos responsables del BCE han mostrado disparidad respecto al camino a seguir. Isabel Schnabel, miembro del comité ejecutivo, ha abogado por una orientación más progresiva, argumentando que la trayectoria hacia una inflación del 2% siga siendo compleja en 2025 y que el impacto de los anteriores ajustes del BCE se está disipando rápidamente.
Sin embargo, no todo son malas noticias para la región en 2025. Las condiciones financieras están mejorando, impulsadas por las expectativas de recorte de tipos del BCE y un euro más débil. La encuesta de préstamos bancarios más reciente del BCE también mostró una mejora en la demanda de crédito en la región, mientras que la posible reforma del «freno de deuda» en Alemania en 2025 podría proporcionar al gobierno alemán cierto margen fiscal para abordar los desafíos estructurales y cíclicos de su economía.
No obstante, gran parte dependerá de la futura política arancelaria de Estados Unidos. La imposición de aranceles generalizados tanto a China como a Europa podría frustrar rápidamente cualquier esperanza de una recuperación prolongada en la región.
Desde una perspectiva estratégica, favorecemos estrategias que se benefician de un “steepening” (o empinamiento) de la curva de tipos alemana a corto plazo, aunque somos conscientes de que muchas de las noticias menos favorables ya están descontadas en los mercados de tipos de interés