Renta 4 | Apertura plana (futuros Eurostoxx +0,2%, S&P 500 0%) tras una sesión de ayer en el que Wall Street volvió a hacer máximos. Si bien el dato de inflación se situó muy en línea con las estimaciones, un dato de desempleo semanal muy negativo (263.000 vs 236.000 anterior), el peor desde octubre 2021, provocó un aumento de expectativas de recortes de tipos hasta 3 en 2025, y la consiguiente caída en TIRes (T-bond -2 pb a 4%) y dólar (que se acerca a mínimos anuales vs euro). Las subidas fueron generalizadas y especialmente intensas en el Russell de pequeñas compañías (+1,8%), más sensibles a tipos.
Hoy el plano macro estará protagonizado por la encuesta preliminar de septiembre de confianza consumidora de la Universidad de Michigan, que podrían mantenerse en niveles similares a los del mes anterior, deprimida por las señales de desaceleración en el mercado laboral y con riesgo al alza en precios por aranceles.
Ayer el IPC de EEUU de agosto se situó bastante en línea con lo esperado tanto en tasa general que repuntó ligeramente (+2,9% y +2,7% anterior) como en subyacente que se mantuvo estable (3,1%). Si bien por el momento el impacto de los aranceles apenas se deja sentir en los precios al consumidor (se estaría absorbiendo más vía márgenes empresariales), es previsible que veamos presión al alza en próximos meses a medida que los precios de los bienes se ajustan al nuevo entorno arancelario, aunque debería ser un impacto transitorio. Otros factores que afectan al IPC seguirán contribuyendo a su moderación a futuro (costes energéticos, alquiler de viviendas, desaceleración del mercado laboral que moderará los salarios en servicios).
Respecto a la reunión del BCE, mantuvo tipos sin cambios por segunda reunión consecutiva, en línea con lo esperado (tipo de depósito 2%) y en un contexto en el que se ha alcanzado su objetivo de inflación en torno al 2%. Lagarde mantiene su visión data-dependiente y de toma de decisiones reunión a reunión, y consideramos que el ciclo actual de bajada de tipos puede darse por finalizado tras recortes de 200 pb desde junio 2024, salvo intenso deterioro del crecimiento en 2026 (vs expectativa de aceleración del PIB en 2026 ante el mayor gasto público, en defensa e infraestructuras) o intensificación de las presiones a la baja sobre la inflación que la presionen sustancialmente por debajo de su objetivo del 2% (improbable, salvo apreciación adicional significativa del euro o por fuerte incremento de productos chinos vendidos en Europa).
En cuanto a la actualización del cuadro macro, tampoco hubo grandes cambios: en términos de crecimiento, revisión al alza del PIB 2025 (+3 décimas a +1,2%), pero a la baja 2026 (-1 décima a +1%) y sin cambios para 2027 (+1,3%). En cuanto a la inflación, ligera revisión al alza para 2025 (+1 décima a 2,1%) y 2026 (+1 décima a 1,7%), pero recortando ligeramente 2027 (-1 décima a 1,9%). Respecto a junio, se ha eliminado la incertidumbre respecto a un acuerdo comercial con EE.UU, así como el riesgo de represalias europeas a los aranceles de EE.UU.
Respecto a Francia, Lagarde no se pronuncia sobre países individuales, si bien destaca que las economías deben cumplir con las reglas fiscales, a la vez que hace referencia a la necesidad de garantizar la estabilidad financiera y afirma que el BCE dispone de todas las herramientas necesarias para asegurar una adecuada transmisión de la política monetaria.



