El beneficio del S&P 500 podría crecer a una tasa del 4,1% ia, lo que supondría su menor incremento desde el 4T2020

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En la semana que hoy comienza los inversores en los mercados de valores europeos y estadounidenses continuarán intentando determinar si las principales economías desarrolladas se dirigen hacia una nueva recesión y cómo de profunda será la misma. Los datos de empleo tanto en Europa como en Estados Unidos, regiones donde las tasas de desempleo se encuentran en mínimos históricos o muy cerca de ellos, siguen sin cuadrar en un escenario de recesión, sin que la evidente ralentización de la economía haya, por el momento, comenzado a afectar al mercado laboral. Es más, en Estados Unidos todavía a estas alturas hay casi 2 vacantes por cada desempleado en busca de trabajo. Entendemos que, de aguantar bien los mercados laborales –es evidente que, de seguir ralentizándose la economía, éstos se van a comenzar a deteriorar– la recesión, de producirse, no será muy profunda. De momento, las dudas que genera el actual escenario económico de elevada inflación, tipos de interés oficiales al alza y actividad a la baja seguirá generando muchas dudas entre los inversores, lo que se traducirá en incertidumbre y en una elevada volatilidad, volatilidad que no sólo está afectando a la renta variable, sino que también está aumentando sustancialmente en unos mercados de bonos que en las últimas semanas están dando fuertes bandazos lo que, a su vez, está generando más nerviosismo en los de renta variable.

En este sentido, señalar que esta semana la agenda macroeconómica debe servir para dar nuevas pistas sobre el comportamiento en junio de la variable que consideramos clave para el devenir a medio plazo de las bolsas: la inflación. Así, y a partir del miércoles, se darán a conocer las lecturas finales de junio de los IPCs de las principales economías de la Eurozona. Cabe recordar que según sus lecturas preliminares únicamente en Alemania la inflación se moderó con relación a mayo, a pesar de que se mantuvo a niveles históricamente muy elevados, mientras que en Francia, Italia y España volvió a repuntar con fuerza. Ese mismo día también se publicará en EEUU la cifra del IPC de junio. En principio se espera que la tasa de crecimiento interanual del índice general vuelva a subir (+8,8% vs. 8,6% de mayo), impulsada por los precios de los combustibles, mientras que la de su subyacente se espera que remita ligeramente (5,7% vs. 6,0% de mayo), algo que, de confirmarse, sería bien recibido por los inversores. Hay que tener en cuenta que los precios de los carburantes han bajado sensiblemente en lo que va de julio, lastrados por la caída del precio del crudo desde sus recientes máximos anuales, lo que sugiere que, unido al descenso de los precios de otras muchas commodities, podría tener un efecto muy positivo en la inflación de este mes.

Pero esta semana trae consigo otra cita muy esperada por los inversores: el inicio oficioso de la temporada de publicación de resultados trimestrales en Wall Street. Actualmente el consenso de analistas de FactSet espera que el beneficio de las compañías integrantes del S&P 500 crezca a una tasa interanual del 4,1%, lo que supondría su menor incremento desde el alcanzado en el 4T2020. Además, este crecimiento se situaría muy por debajo del del 5,9% que esperaba el consenso al comienzo del pasado trimestre. No obstante, cabe recordar que, a diferencia de lo que ha venido ocurriendo en los últimos trimestres, lo normal es que los analistas, a medida que avanzan los trimestres, revisen a la baja sus expectativas, situando normalmente el listón a un nivel bajo, nivel que la mayoría de las empresas suelen ser capaces de superar. Pero en esta ocasión entendemos que los inversores van a estar más pendientes del “futuro” que del “pasado”, por muy inmediato que éste sea. Así, lo que van a valorar es lo que digan los gestores de las compañías sobre el devenir de sus negocios en el actual escenario macroeconómico. Temas como el impacto de la inflación en sus costes, en sus márgenes y en la demanda de sus productos y servicios serán claves, como también lo serán factores como la presión de los costes salariales o como los problemas en las cadenas de suministro, si es que los están experimentando. En principio la atención de los inversores la monopolizarán los grandes bancos, con JP Morgan y Morgan Stanley dando a conocer sus cifras el jueves y Citigroup y Wells Fargo el viernes. Habrá que estar atentos a lo que digan sobre el impacto, que en principio debe ser favorable, del alza de tipos en sus márgenes, así como de la evolución de la demanda de crédito y de la solvencia de sus clientes. Pero, además, durante la semana otras importantes compañías de referencia en sus sectores publicarán sus cifras trimestrales, empezando por PepsiCo, el martes, Delta Air Lines, el miércoles y Taiwán Semiconductors y UnitedHealth, el viernes. Esperamos una temporada de resultados “movidita”, en la que no descartamos sorpresas tanto positivas como negativas, lo que conllevará, en ambos casos, revisiones de estimaciones, valoraciones y recomendaciones por parte de los analistas y, por tanto, importantes movimientos en las cotizaciones de muchas compañías. Por todo ello, es muy probable que tras la mencionada temporada los inversores tengan las cosas más claras sobre qué esperar en el actual contexto de cada sector y de muchas de las cotizadas.

Pero tanto la agenda macro como la empresarial no empezarán a tener impacto en las bolsas hasta mañana, ya que hoy ambas son muy livianas, por lo que no deberían influir en el comportamiento de las bolsas, que estarán mucho más condicionadas por otros factores, especialmente por el repunte de casos de Covid-19 en China, concretamente en Shanghái, donde se ha identificado ya un caso de la nueva variante del Ómicron, la muy contagiosa BA.5, que hecho “saltar todas las alarmas” en un país que sigue apostando por la política de “Covid-cero”, política que puede terminar pasando una “dura factura” al país, tanto en el ámbito económico como en el social. Este hecho esperamos que presione hoy a la baja a las bolsas europeas cuando abran por la mañana, como ya lo está haciendo en el precio de las materias primas, incluido en el del petróleo. Posteriormente, será el comportamiento de Wall Street tras su apertura el que determine la tendencia de cierre de los mercados de valores europeos, mercados en los que esperamos que la actividad siga siendo reducida, algo que suele ser normal en estas épocas del año.