El beneficio interanual de las empresas del S&P 500 podría volver a caer este trimestre, la segunda caída consecutiva tras la del 4T2022

Wall_Street_cartel_calle

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una jornada que fue de menos a más y de más a menos, los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer en general con ligeros avances, en una sesión que estuvo condicionada por la publicación del IPC estadounidense del mes de marzo a primera hora de la tarde. Si bien las cifras dadas a conocer por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos fueron en conjunto algo mejores de lo esperado, lo que propició un pequeño rally de alivio en los mercados de bonos y de acciones que duró poco tiempo, el hecho de que la inflación subyacente repuntara ligeramente en el mes, en lo que es su primer incremento desde el pasado mes de septiembre, terminó pesando en el ánimo de unos inversores que dan por hecho que este factor llevará nuevamente a la Reserva Federal (Fed) a subir sus tasas de interés de referencia cuando reúna a principios del mes de mayo a su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Lo que no está tan claro es si la de mayo será o no la última alza que lleve a cabo la Fed antes de hacer “un alto en el camino” para comprobar los efectos que su política monetaria más restrictiva está teniendo en la evolución de la economía de Estados Unidos.

Además, y como se pudo comprobar posteriormente con la publicación de las actas de la reunión del FOMC de marzo, los miembros del comité están preocupados por el potencial impacto que en la economía del país pueda tener la crisis de confianza por la que atraviesa el sector bancario. Es más, algunos consideran que provocará una restricción del crédito, que tendrá un impacto similar a nuevas alzas de tipos. Aunque según se pudo comprobar del análisis de las actas, las posturas no son unánimes; es más, parece que hay un cierto desconcierto en el seno del FOMC. Lo que sí parece es que la mayoría de sus miembros tienen claro que las tensiones por las que ha atravesado el sector bancario pasarán factura a la economía de Estados Unidos, siendo factible, que no seguro, que ésta entre en una ligera recesión a finales de año para recuperarse en los dos años posteriores. Fue precisamente este potencial escenario recesivo reflejado en las mencionadas actas lo que provocó que los principales índices bursátiles estadounidenses terminaran ayer por girarse definitivamente a la baja, cerrando la sesión muy cerca de sus niveles más bajos del día.

Esperamos que el negativo cierre de ayer de Wall Street y la indefinición mostrada esta madrugada por las bolsas asiáticas lleve hoy a los principales índices bursátiles europeos a abrir de forma mixta y sin grandes cambios, en una jornada en la que la agenda macroeconómica incluye la publicación en el Reino Unido, Italia y la Eurozona de la producción industrial de febrero; la del PIB del mismo mes en el Reino Unido; de la lectura final de marzo del IPC de Alemania y, ya por la tarde y en Estados Unidos, de las peticiones iniciales de subsidios de desempleo semanales y del índice de precios de la producción (IPP) del mes de marzo. Entendemos que esta última variable será la que más atraiga la atención de los inversores, ya que normalmente la evolución de los precios a nivel fábrica anticipa la de los precios de los consumidores, al menos la de los bienes.

Por lo demás, recordar que mañana de forma oficiosa comienza la temporada de publicación de resultados trimestrales en Wall Street con las cifras de JP Morgan, Citigroup y Wells Fargo, tres de los grandes bancos estadounidenses. En principio se espera una nueva caída interanual del beneficio de las empresas que integran el S&P 500, la segunda consecutiva tras la del 4T2022. Está por ver si, como suele ocurrir, los analistas han puesto el listón de sus estimaciones bajo y la mayoría de las compañías son capaces de superarlo. No obstante, y como venimos señalando en nuestros comentarios, será lo que digan las empresas sobre el devenir de sus negocios y sobre cómo ven el escenario macroeconómico lo que realmente “mueva” los valores y el mercado en su conjunto.