Las dudas que genera el repunte de la inflación provoca rotaciones sectoriales para reducir riesgo

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer de forma mixta, sin grandes variaciones, en una jornada que fue claramente de más a menos, y en la que el comportamiento de los futuros de los principales índices de Wall Street, primero, y el de los propios índices una vez iniciada la sesión bursátil estadounidense, después, marcó en todo momento el ritmo a la renta variable europea. Ello provocó incluso rotaciones sectoriales a lo largo de la jornada, con los valores de corte más cíclico, que habían comenzado el día claramente al alza, perdiendo fuelle a medida que avanzaba la misma, en línea con lo que estaba ocurriendo en Wall Street. 

En este último mercado, la sesión de ayer también fue claramente de más a menos, con los principales índices cerrando el día con significativos descensos, muy cerca de sus niveles más bajos de la sesión. En Wall Street sectores como el de la energía, que se ha revalorizado casi un 13% en las últimas cuatro semanas, el financiero, que también lo viene haciendo muy bien últimamente, o el industrial fueron los que peor se comportaron al cierre, mientras que el sector de la sanidad y el inmobiliario patrimonialista fueron los únicos sectores de los 11 integrados en el S&P 500 que acabaron el día ligeramente al alza. 

Entendemos que, ante las dudas que genera entre muchos inversores el reciente repunte de la inflación, especialmente en Estados Unidos, repunte que de perdurar en el tiempo más de lo estimado por la Reserva Federal (Fed) podría modificar los planes que en materia de política monetaria mantiene el banco central estadounidense –de hecho, el mercado ya descuenta una retirada de estímulos anticipada–, muchos inversores están optando por realizar beneficios y reducir su exposición al riesgo, al menos de forma puntual, lo que en los mercados de renta variable se está plasmando con continuas rotaciones sectoriales, pasando los inversores de apostar un día por los valores de corte más cíclico o los catalogados como de “valor”, a hacerlo la siguiente sesión por los de crecimiento o, incluso, por los defensivos. Todo ello ha provocado que los principales índices se hayan “parado” en las últimas semanas, periodo en el que se vienen moviendo en un estrecho intervalo de precios, incapaces de retomar la tendencia alcista que habían mantenido los últimos meses. 

Hoy esperamos que las bolsas europeas abran a la baja, en línea con lo acontecido ayer en Wall Street y esta madrugada en las bolsas asiáticas. Muchos inversores se muestran prudentes ante la publicación esta tarde en Estados Unidos, ya con las bolsas europeas cerradas, de las actas de la reunión de abril del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Si bien aquella reunión fue considerada como de transición en su momento y, tras la misma, su presidente, Jerome Powell, reiteró “el mantra” de que todavía no era el momento de empezar a discutir la retirada de estímulos monetarios, muchos inversores estarán pendientes de si hubo o no “discrepantes” al respecto en el seno del Comité. En principio dudamos que así fuera, sobre todo porque tras la mencionada reunión todos los miembros del FOMC que han intervenido públicamente lo han hecho para restar importancia al fuerte repunte de la inflación en el mes de abril en Estados Unidos y para reiterar que la economía estadounidense todavía está lejos de alcanzar los objetivos marcados por la Fed, sobre todo en materia laboral, por lo que abogan por mantener los estímulos monetarios aún por mucho tiempo. 

Por lo demás, cabe destacar que en la agenda macro del día destaca también la publicación en la Zona Euro de la lectura final del IPC de abril y en el Reino Unido del IPC y del índice de precios a la producción del mismo mes. Si bien se esperan repuntes de estos indicadores de precios, la fase del ciclo por la que atraviesan estas últimas economías dista mucho de ser similar a la de la economía estadounidense, cuya recuperación va mucho más adelantada, por lo que la inflación todavía no ha alcanzado niveles que puedan preocupar ni condicionar las actuaciones en materia de política monetaria tanto del BCE como del Banco de Inglaterra (BoE).