Santander & Corporate | Prevemos que la magnitud de emisiones seguirá siendo significativa en 2024, aunque con un estancamiento del volumen total en torno a los mismos niveles que en 2023 en términos brutos. Prevemos que las necesidades de refinanciación de MREL y los instrumentos de capital regulatorio seguirán impulsando la oferta de emisiones.
En particular, prevemos que la oferta de SNP sea especialmente abundante debido a los requisitos subordinados de MREL. Tras dos años en los que se han acelerado las emisiones tanto brutas como netas en el sector financiero, prevemos que la emisión total en 2024 se estancará en torno a los mismos niveles en términos brutos y descenderá ligeramente en términos netos.
Nuestra previsión presenta claros riesgos al alza (es decir, que el volumen de emisión real supere nuestros pronósticos iniciales) dadas las necesidades de refinanciación relacionadas con los importantes vencimientos y fechas de call en 2025 y la probabilidad de que, como ya ocurrió tanto en 2022 como en 2023, los bancos inicien con antelación la prefinanciación de sus necesidades para el año siguiente. Una fuente poco probable (aunque posible) de riesgo al alza es una presión inesperada sobre los depósitos minoristas más allá de lo que sugieren las tendencias actuales.