Santander | ¿Última llamada? La que podría tener el BCE para subir tipos el jueves si tenemos en cuenta que en octubre no habrá previsiones macro que justifiquen grandes cambios y en diciembre la situación económica puede haberse deteriorado mucho más a juzgar por indicadores adelantados como los PMIs o las previsiones de nuestros economistas. A la espera del IPC de EEUU de agosto (mañana) y el ZEW de septiembre (hoy), el crecimiento en salarios de julio en RU publicado esta mañana no ayuda. Es más, alimenta el peligroso (para los mercados de crédito) fantasma de la estanflación como recuerdan nuestros economistas, con un salto en salarios del 8,5% (8,2%e).
El salto ajustado por el pago de bonus se sitúa en el 7,8%, el mayor desde que se recopilan datos (2001). Pero no sólo eso, las nuevas estimaciones de crecimiento de la Comisión Europea publicadas ayer tampoco difieren mucho de las previsiones del BCE de junio. Teniendo en cuenta las menciones de varios miembros del BCE (incluyendo de Guindos) haciendo alusión a unas nuevas estimaciones de inflación en septiembre sin grandes cambios, estaríamos por tanto todavía con una inflación en el 5,3% actual, y que bajaría sólo hasta el 2,9% en 2024, según la CE ayer (frente a la estimación actual del BCE del 3%). Y con el PIB esperado además rebotando desde el 0,8% esperado en 2023 al 1,3% en 2024 según la CE (vs +0,9% y +1,5% del BCE).
Más allá de este debate, para los mercados de crédito es especialmente preocupante comprobar cómo, aunque servicios (España y Francia) logran aguantar el envite en la EZ, la dirección de vuelo de grandes economías como la alemana, holandesa o italiana es muy negativa según las nuevas previsiones de la CE (que, por ejemplo, se llevan a la economía alemana a recesión este año o que dejan el crecimiento de Holanda en el 0,5% en 2023e desde la estimación previa del 1,8%). Tendencia que corroboran no sólo indicadores adelantados, también los datos de producción industrial, y no sólo en Alemania.
Los de Italia de julio, publicados ayer, -0,7% m/m (-0,3%e) parecen apuntar a un quinto trimestre de recesión de su sector manufacturero en la peor serie desde la crisis de 2011-12. Veremos lo que aguantan los vientos de cola que han impulsado algunas economías post-covid, pero los últimos datos de PMIs de servicios de agosto (en pico de temporada de turismo) no son alentadores, como han recordado nuestros economistas hace unas semanas.