Lecciones del Brexit y otros intentos de prever los puntos de entrada y salida perfectos en los mercados de valores

DWS | «Comprar con las malas noticias y vender con las buenas» podría sonar como una estrategia sólida para los inversores que buscan ganarle a un mercado en particular, o al menos lo intentan, al calcular estratégicamente sus puntos de entrada y salida. Pero muchos factores, como los eventos geopolíticos y otras noticias, por ejemplo, se deberían seguir de cerca para poder anticipar la próxima caída del mercado.

Sin embargo, ser capaz de anticipar una caída del mercado mañana suena un poco insensato. Después de todo, cada inversor es capaz de ver algo, pero ninguno tiene 100 ojos para verlo todo; como Argos (el gigante de la mitología griega, no la tienda de muebles británica). Anticipar el mercado de mañana requeriría que los inversores tuvieran cientos de ojos capaces de registrar toneladas de información relevante.

Tomemos el Brexit y su impacto en el mercado británico como un ejemplo relativamente simple. Siete años después, podemos extraer varias lecciones de lo que ocurrió. El sorprendente referéndum del Brexit el 23 de junio de 2016 provocó una fuerte caída en el mercado. Los precios de las acciones de las empresas enfocadas en el mercado británico fueron las más afectadas, mientras que las empresas orientadas internacionalmente se vieron menos afectadas (medido en libras esterlinas). Hasta aquí, todo claro: las empresas internacionales son, por definición, menos dependientes del mercado interno, ya que generan gran parte de sus ganancias y ventas en el extranjero. 

Nuestro Gráfico de la Semana muestra esta situación, al comparar el FTSE 100, más internacional, con el FTSE 250, más británico. Entonces, si alguien hubiera actuado de acuerdo a la primera estrategia que planteábamos en este artículo, hubiera tomado las malas noticias del próximo Brexit como una oportunidad para comprar acciones británicas y podría haber vendido las acciones en febrero de 2020 con un beneficio significativo. Si observamos más de cerca ambos índices, podemos ver que el FTSE 250, más local, reaccionó inicialmente con más fuerza al Brexit. Sin embargo, después de que ambos índices alcanzaran mínimos locales el 27 de junio de 2016, el FTSE 250 se recuperó comparativamente más rápido que el FTSE 100, con su enfoque más internacional. Nuestro gráfico muestra cuán bien se desempeñó el FTSE 250 en comparación con las principales acciones locales hasta que la pandemia volvió a afectar los mercados globales en marzo de 2020. Hasta ahora, «Comprar con malas noticias y vender con las buenas» parecía una estrategia bastante buena, siempre y cuando el inversor también tuviera la previsión de salir justo a tiempo, antes de la próxima noticia sorprendentemente mala.

En resumen, parece fácil racionalizar una estrategia al mirar datos históricos, pero puede ser mucho más difícil seguir esta estrategia a medida que el mercado continúa desarrollándose de manera negativa. O incluso si las noticias tienden a ser o siguen siendo negativas, como fue constantemente el caso con el Brexit entre 2016 y 2020, si le preguntabas a muchos economistas y comentaristas del mercado. Después de todo, sabemos, a partir de análisis de las últimas décadas como la Teoría de la Perspectiva de Amos Tversky y Daniel Kahneman, cuán emocionalmente muchas personas, no solo como inversores, actúan cuando el miedo está presente. [5]