Las emisiones brutas podrían crecer un 8% en 2023, hasta los 830.000 M€, con las corporativas creciendo un 20% y las bancarias un 1%

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Santander Corporate & Investment | El rally del secundario animará al primario en 2023. En un fenómeno que no es nuevo, con episodios claros como los de 2009, 2012, 2019 y segunda mitad de 2020 en los que la mejora de los mercados se tradujo en crecimientos de las emisiones brutas del +115%, +78%, +37% y +17% respectivamente.

Patrón que creemos que se podría repetir en 2023, sobre todo durante una primera mitad de año en la que el buen momento de mercado al son de la posible cercanía del “momento pivot” y unas valoraciones atractivas, sobre todo en all-in yield, todavía dominará a unos fundamentales en gradual deterioro. También porque la sequía corporativa de 2022 (€305mm esperados, mínimos desde 2012) y el endurecimiento de las condiciones de financiación bancaria auguran un retorno del emisor. Si bien es cierto, no creemos que vayamos a volver a los niveles de años anteriores de €445mm (promedio en 2016-21).

Anticipamos un crecimiento del 8% en las emisiones brutas en 2023 hasta los €830mm, con las corporativas creciendo un 20% (emisiones netas positivas de €68mm) y las bancarias un 1% (netas de €80mm de las que €71mm en SNP). En la deuda HY, anticipamos emisiones brutas duplicándose con respecto a las de este año (€60mm vs €30mm en 2022e) pero muy inferiores a los €125mm de 2021. También esperamos unas emisiones netas negativas por segundo año ante los retos para emitir en este segmento de rating y la mayor dependencia del préstamo bancario.