La recesión parece más próxima en la eurozona que en Estados Unidos

Pablo Duarte

 Pablo Duarte (Flossbach von Storch) | El año termina con una economía estadounidense estable y una economía europea acercándose a una recesión. Mientras el consumo de los hogares ayuda a mantener el crecimiento en los Estados Unidos, la producción industrial europea sigue contrayéndose. La reducción en la inflación ha sido más rápida en la eurozona que en los Estados Unidos lo que confirma las sospechas de recesión.

Ante este escenario económico, tanto la Reserva Federal (Fed) como el Banco Central Europeo (BCE) decidieron no modificar sus tasas de interés de referencia, tal y como se esperaba. Lo sorprendente fue que la Fed dejó ver su intención de recortar las tasas de interés el otro año mientras que el BCE se mantuvo más conservador. De hecho, el comité de la reserva federal cambió su retórica de los últimos anuncios. En las reuniones pasadas Jerome Powell hacía énfasis en el rol de las condiciones financieras, del mercado laboral y de la inflación subyacente para combatir la inflación. Esta vez, a pesar de que ninguno de los aspectos anteriores se debilitó sustancialmente, Powell dio a entender que la Fed ha culminado su ciclo de alza de tasas y dijo que no era necesario alcanzar la meta de inflación del 2% para empezar a considerar nuevos recortes.

Por otro lado, el BCE anunció que espera un repunte temporal en la inflación y que mantendrá su estrategia restrictiva. A diferencia de la Fed, el BCE no cambió su retórica. De hecho, dijo que la presión inflacionista se mantiene alta y confirmó que la meta de inflación del 2% no se alcanzará antes de 2025. Además, reconoció que los riesgos geopolíticos podrían hacer subir la inflación nuevamente y que no es momento de bajar la guardia en la lucha contra la inflación.

En general las últimas reuniones y los últimos datos nos dejan con una Fed alimentando la ilusión de liquidez de los mercados y un BCE que se aferra a su estrategia restrictiva de los últimos meses. Sin embargo, la recesión pareciera más próxima en la eurozona que en los Estados Unidos. Así las cosas, la Fed podría dar nuevamente el primer paso en el cambio de rumbo de los tipos de interés. La pregunta es si sería un paso en falso. Para los inversionistas será decisivo observar no sólo los datos de inflación y de la economía real, sino las perspectivas de endeudamiento del gobierno y la reacción de los mercados especialmente a las necesidades de financiamiento de un gobierno americano en pleno proceso electoral y de unos países de la eurozona debatiendo la necesidad y la utilidad de una restrictiva regla fiscal. Además, como vimos, los bancos centrales también pueden cambiar de opinión.