Con el sector eléctrico, el bancario y el energético pendientes de cambios en su fiscalidad, la bolsa española pierde mucho de su atractivo

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión de transición, que fue de menos a más, los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer al alza, con excepciones como la del Ibex 35, que lo hizo a la baja, aunque lejos de sus niveles mínimos del día, lastrado por el sector bancario, algo que analizaremos más adelante. A la espera de la publicación hoy en Estados Unidos del IPC de julio, variable que creemos que puede determinar el devenir de los mercados de valores occidentales en el muy corto plazo,

Ayer fueron el dólar, que coqueteó por momentos con la paridad con relación al euro, y el precio del petróleo, que sufrió un fuerte recorte, los principales protagonistas de la sesión. Así, las expectativas de desaceleración de la economía global siguieron ayer pesando en los precios de las principales materias primas minerales y del crudo, ya que los inversores entienden que un menor crecimiento supondrá un descenso de la demanda de estos productos. El problema en lo que hace referencia al petróleo es que, al menos en el corto/medio plazo, la oferta sigue siendo incapaz de cubrir la demanda, algo que debe impedir que el precio de esta materia prima caiga mucho más de lo que ya lo ha hecho -a mediados de julio el precio de la variedad estadounidense WTI rondaba los $ 120 el barril, mientras que ayer cerró algo por encima de los $ 95 el barril-.

Centrándonos en la sesión de ayer en la bolsa española, señalar que el anuncio del Ejecutivo de que tasará durante dos años “las ganancias extraordinarias” de sectores como el bancario, el eléctrico y el de la energía, supuso un duro golpe para el mercado en su conjunto y, sobre todo, para las cotizaciones de los bancos -alguien debía saber algo al respecto la semana pasada cuando los precios de las acciones de estas entidades, especialmente de las más expuestas al mercado español, sufrieron fuertes descensos, difíciles de explicar en ese momento- y para Repsol (REP), única petrolera que cotiza en esta bolsa, mientras que las eléctricas mostraron un mejor comportamiento relativo, probablemente porque ya tienen descontado en sus cotizaciones, al menos parcialmente, este incremento en su fiscalidad, y ello a pesar de que sigue sin concretarse cómo se llevará a cabo la implementación de este nuevo impuesto.

En lo que hace referencia a los bancos, y para contextualizar su situación, señalar que el sector en Europa lleva destruyendo valor más de una década -el coste de capital de estas entidades ha venido superando durante este periodo su rentabilidad sobre fondos propios, siendo este el motivo principal, por el que la mayoría de estas entidades cotiza muy por debajo de su valor contable-, producto de la política monetaria ultralaxa del BCE, que ha mantenido los tipos de interés en mínimos históricos, penalizando los márgenes y, por ello, la rentabilidad de las entidades, rentabilidad que también se ha visto lastrada por las fuertes exigencias de capital establecidas por el BCE. En este contexto, no parece lo más adecuado “extraer” unos 3.000 millones de euros de los beneficios/capital de los bancos, ya que ello, además de evidentemente penalizar la capacidad de los mismos de retribuir a sus accionistas, algo que no pudieron hacer durante la pandemia, por recomendación del BCE, va a limitar su capacidad para conceder créditos en un momento en el que la economía española, en franca desaceleración, más lo va a necesitar. El derrumbe ayer de las cotizaciones de las entidades en la bolsa española habla por sí mismo de lo que piensan los inversores, nacionales y extranjeros, de la medida anunciada. Es más, con el sector eléctrico, el bancario y el energético pendiente de cambios en su fiscalidad, cambios que ya veremos cómo se articulan desde un punto de vista legal, algo que no parece sencillo, la bolsa española pierde mucho de su atractivo, ya que los inversores, insistimos, tanto españoles como extranjeros, tienen otros muchos mercados donde invertir, mercados que presentan un entorno regulatorio y fiscal más estable y atractivo.

En Wall Street, y en una sesión que ayer estuvo muy condicionada por la publicación hoy del IPC del mes de julio, sobre el que luego hablaremos, los principales índices bursátiles fueron de más a menos, para cerrar con descensos cercanos al 1%, muy cerca de sus niveles mínimos del día. En este mercado fueron los sectores energético y tecnológico, este último lastrado por el mal comportamiento de las empresas de software, con Microsoft a la cabeza, los que peor se comportaron, aunque los 11 sectores del S&P 500 terminaron la jornada en negativo.

Hoy, como ya hemos señalado, será la publicación del IPC de junio en Estados Unidos la cita clave del día, cita que puede determinar en gran medida el comportamiento en el corto plazo de los mercados de divisas, de bonos y de renta variable occidentales. Como señalamos ayer en nuestro comentario de mercado, el dato puede “mover los mercados”, tanto al alza, si es “mejor” de lo esperado o, incluso, está en línea, o a la baja, si supera las estimaciones de los analistas. No obstante, será el comportamiento del subyacente del IPC, variable que excluye para su cálculo los componentes más volátiles del índice, tales como los precios de los alimentos no procesados y de la energía, al que habrá que estar más atentos. Cualquier indicio de que el crecimiento interanual de esta última variable sigue moderándose será bien recibido por los inversores, más aun teniendo en cuenta la reciente caída de los precios de muchas materias primas, entre ellas del precio del petróleo, lo que debe reflejarse de forma positiva en el comportamiento del índice general en el mes de julio. Si los inversores interpretan que la inflación ha podido tocar techo en Estados Unidos, volverá el apetito por el riesgo y las bolsas es muy factible que experimenten un pequeño rally de alivio en el corto plazo, ya que ello supondría que la Reserva Federal (Fed) podría comenzar a moderar las alzas de sus tipos de interés oficiales a partir de la reunión de julio de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), reunión en la que todo apunta que los volverá a subir en 75 puntos básicos -ver declaraciones sobre el tema del presidente de la Reserva Federal de San Luis, Bullard, en la sección de Economía y Mercados-.

Para empezar, esperamos que los principales índices bursátiles europeos abran hoy ligeramente a la baja, con muchos inversores manteniéndose al margen del mercado, a la espera de conocer la cifra del IPC de junio en Estados Unidos, cifra que se dará a conocer a las 14:30 horas (CET). Después, y como hemos venido reiterando estos días, será esta variable la que determine la tendencia que adoptan al cierre las bolsas europeas y estadounidenses.