El 2 años EEUU repunta hasta 2,38%, con el mercado descontando 8 subidas de tipos por parte de la Fed en 2022 y con inversión de la curva 5-30 años por primera vez desde 2006

Bonos del tesoro EEUU

Renta 4 | Los futuros apuntan a una apertura plana en Europa (+0,2%), con una presión al alza en TIRes el viernes (+10 pb T- bond, +5 pb Bund) que se intensifica esta mañana, con el bono americano +6 pb hasta 2,54% y el Bund en 0,59%, en un contexto claramente inflacionista y de retirada de estímulos monetarios (salvo en el caso del BoJ, que comprará bonos de forma ilimitada para contener el avance de las TIRes, 10 años en 0,25% vs objetivo 0,10%, presionando con ello a la baja al Yen).

El 2 años EEUU repunta hasta 2,38%, con el mercado descontando 8 subidas adicionales de tipos por parte de la Fed en 2022 (9 en total con la ya realizada) y con inversión de la curva 5-30 años por primera vez desde 2006, alentando los temores de que una subida de tipos demasiado agresiva ponga en entredicho el crecimiento económico. El alza de TIRes continúa así, a pesar de un Brent que cae -3% ante los temores de menor demanda con la mitad de Shangai confinada por la ola de Covid y con el riesgo de nuevos problemas en las cadenas de suministro. 

De cara al conjunto de la semana, continuaremos pendientes de la evolución del conflicto bélico, que entra ya en su segundo mes, y de los datos macro, donde tendremos una semana cargada de cifras relevantes. Entre ellas sobresaldrán los primeros datos del mes de abril con el dato con confianza del consumidor GFK en Alemania e igualmente, datos de confianza del consumidor de marzo en EE.UU., con el Conference Board, y en la Eurozona. También tendremos PMIs manufactureros finales de marzo a nivel global, que esperamos ratifiquen los datos conocidos la pasada semana, mientras que en China se publicarán los PMIs de marzo, manufacturero, servicios y compuesto, bordeando el nivel de 50. 

Además, tendremos datos relevantes respecto a la evolución de la inflación, con el IPC de marzo en Eurozona, Alemania, España y Francia y el deflactor del consumo privado subyacente en EE.UU., medida de inflación favorita de la Fed, esperando un repunte adicional de la mano de la presión ejercida por las materias primas, nuevos problemas en las cadenas de producción (guerra de Ucrania, nueva ola Covid en Asia en un contexto de política de cero tolerancia) y un ajustado mercado laboral en EE.UU. 

Finalmente, en EE.UU. se publicará el informe oficial de empleo que previsiblemente continuará mostrando un mercado laboral en pleno empleo, con sólida creación de puestos de trabajo y crecimiento salarial, que podrían alimentar los afectos de segunda ronda sobre la inflación. 

Más allá de la macro, la atención seguirá en la guerra de Ucrania, donde esta semana se reinician las conversaciones Rusia-Ucrania en Turquía pero con posturas alejadas y creciente tensión entre Occidente y Moscú. Aunque los conflictos geopolíticos suelen ser oportunidades de compra, salvo que deriven en recesión, se impone la prudencia tras recuperar niveles pre-invasión y a falta de mayor visibilidad sobre los efectos de la guerra. Con los principales índices europeos habiendo recuperado niveles del 23 de febrero tras anotarse revalorizaciones del +15% desde los mínimos del 7-marzo, el movimiento de las bolsas dependerá previsiblemente de la evolución del conflicto bélico: 1) Si las negociaciones Rusia-Ucrania avanzan, posible impulso adicional en las bolsas, si bien unos impactos macroeconómicos aún inciertos podrían limitar revalorizaciones adicionales sostenidas, con posible de-rating a corto plazo por falta de visibilidad; 2) Por el contrario, la ausencia de avances en las conversaciones de paz podría llevar a los mercados a cierta toma de beneficios, sobre todo en un entorno monetario más “hawkish” y con dudas de cuál será el impacto en BPAs estimados.