En los países emergentes, sin embargo, la relajación monetaria parece inminente

Edmond de Rothschild | En el foro del BCE celebrado en Portugal, Christine Lagarde volvió a pedir cautela ante la posibilidad de que la inflación subyacente no caiga rápidamente. En consecuencia, cabe esperar más subidas de tipos en Europa, especialmente en julio, para frenar la espiral de precios y salarios, aun a riesgo de ralentizar el crecimiento durante algún tiempo.

También se espera que la Reserva Federal suba los tipos en julio, después de que los últimos datos apuntaran a una recuperación de la economía estadounidense. La confianza de los consumidores ha repuntado y los nuevos pedidos han aumentado. El mercado inmobiliario ha superado claramente lo peor, a juzgar por el repunte de las ventas de viviendas nuevas, gracias sobre todo a una oferta limitada y a la persistencia de un alto poder adquisitivo de los hogares. Además, la tercera estimación del crecimiento del primer trimestre en EE.UU. se revisó al alza debido a la solidez de los servicios y a la mejora de la balanza comercial.

En los países emergentes, sin embargo, la relajación monetaria parece inminente. China ya ha bajado los tipos y Brasil podría seguir pronto su ejemplo, ya que la inflación ha vuelto al objetivo del banco central. El Banco de Japón, por su parte, declaró que su política monetaria acomodaticia estaba justificada por una inflación aún por debajo del 2%. Y sin embargo, la economía y la demanda japonesas siguen pareciendo sólidas: las ventas retail repuntaron en mayo, con el turismo a la cabeza.

La recuperación de China, sin embargo, está perdiendo fuelle. El PMI oficial de junio apuntó a un repunte anémico: la escasez de nuevos pedidos, y especialmente de exportaciones, dejó al sector manufacturero en territorio de contracción por tercer mes consecutivo. Los servicios y la construcción crecen, pero a un ritmo más lento. Cuando el Politburó se reúna a finales de julio podrían anunciarse medidas de estímulo. El objetivo es alcanzar un crecimiento del 5% este año.

Una vez más, los mercados parecieron desafiar a la gravedad esta semana. La renta variable estadounidense recuperó todas las pérdidas de la semana anterior a pesar de las tensiones en los mercados de renta fija. Seguimos pensando que las primas de riesgo no son suficientemente atractivas y aconsejamos cautela con la renta variable. La duración parece atractiva y podría ofrecer protección cuando la subida de los tipos de referencia empiece por fin a pesar en las economías. Seguimos siendo optimistas respecto a la deuda corporativa.