De puntillas hacia una política más flexible

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Karsten Junius (J. Safra Sarasin Sustainable AM) | La Reserva Federal probablemente necesitará más tiempo antes de “apretar el gatillo” por lo que ahora sólo esperamos un recorte de tipos este año, que probablemente tenga lugar después de las elecciones estadounidenses.

La economía europea ha sorprendido positivamente en los últimos meses, lo que nos ha llevado a revisar al alza nuestras previsiones de crecimiento del PIB en Suiza y Reino Unido para este año. Esperamos que la expansión económica en Europa se desarrolle en los próximos trimestres, aunque es probable que su ritmo sea relativamente modesto. Por otra parte, los datos de Estados Unidos sugieren que el crecimiento económico se está suavizando, aunque parte de niveles elevados. De cara al futuro, esperamos algo más de suavidad. La inflación ha seguido bajando, con altibajos, lo que ha permitido a los bancos centrales europeos empezar a relajar su política monetaria. Aunque se espera una mayor relajación, el ritmo será lento, en nuestra opinión, dada la rigidez de la inflación subyacente. La Reserva Federal probablemente necesitará más tiempo antes de “apretar el gatillo” por lo que ahora sólo esperamos un recorte de tipos este año, que probablemente tenga lugar después de las elecciones estadounidenses. La economía china sigue tirando en distintas direcciones: el sector exterior y la inversión manufacturera impulsan el crecimiento, mientras que la vivienda lo frena. Aun así, la política económica ya se ha vuelto más favorable y es probable que en el Tercer Pleno de julio se anuncien nuevas reformas estructurales.

Con la relajación gradual de la política de los bancos centrales en los próximos meses, los rendimientos de los bonos deberían bajar algo más. Esperamos que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense retrocedan hasta alrededor del 4,20% y los del Bund se acerquen al 2% hasta finales de este año. Mantenemos nuestra preferencia por los vencimientos intermedios y tenermos una posición «neutral» en cuanto al crédito, tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes. Sobre divisas, el dólar debería debilitarse sólo a un ritmo muy gradual y esperamos que su dinámica se vuelva más volátil a medida que nos acerquemos a las elecciones estadounidenses. Es probable que el franco suizo se enfrente a un episodio de debilidad a corto plazo si el BNS recorta su tipo de interés oficial la próxima semana, como esperamos, pero seguimos siendo constructivos a más largo plazo. Mantenemos nuestra postura cautelosamente constructiva sobre la renta variable, y vemos un modesto repunte hasta finales de año, pero hemos eliminado algunas de las posiciones más procíclicas entre nuestras posiciones regionales y sectoriales.Las perspectivas siguen siendo las de una economía mundial que avanza a varias velocidades. Europa ha empezado el año con más fuerza, lo que nos ha llevado a revisar al alza algunas de nuestras previsiones de crecimiento del PIB para este año. Esperamos que la expansión persista en los próximos trimestres, aunque a un ritmo moderado. Al otro lado del Atlántico, la economía estadounidense muestra por fin signos de moderación, lo que debería contribuir a reducir las presiones inflacionistas. Aun así, es poco probable que la Fed se apresure a recortar los tipos, por lo que ahora sólo esperamos una bajada de tipos este año. Mientras tanto, es probable que los bancos centrales europeos relajen un poco más su política monetaria. Por otro lado, mantenemos sin cambios nuestras previsiones macroeconómicas para China. Sin embargo, la política económica se ha vuelto más favorable en mayo, y se anunciarán más reformas estructurales en el Tercer Pleno de julio. Esto debería mejorar aún más la confianza. Mantenemos nuestra postura más bien positiva sobre la renta fija de calidad. Los rendimientos de los bonos deberían bajar en los próximos 6 a 12 meses, en parte como reflejo de unos tipos de interés más bajos. Mantenemos una valoración neutral sobre el crédito, el high yield y el investment grade. Dada la relativa fortaleza de la economía estadounidense, es improbable que el dólar abandone el amplio rango que ha mantenido durante el último año. Seguimos siendo constructivos con el euro, pero prudentes con la libra esterlina. Por otro lado, aunque es probable que el franco suizo se enfrente a un episodio de debilidad a corto plazo, mantenemos un enfoque positivo más a largo plazo. Mantenemos nuestra postura cautelosamente constructiva sobre la renta variable, y vemos un modesto repunte hasta finales de año, pero hemos eliminado algunos de los segmentos más procíclicos de nuestra lista de «preferencias».